El Octavia camina más, está mejor acabado y tiene un baúl más espacioso, pero el Lancer no es para nada una mala opción (diría que más confiable a largo plazo, sin que el Octavia sea un carro que moleste). Para equilibrar las cargas, prefiero la caja CVT del Lancer a la automática de cuatro del Octavia, pero en motor el Skoda arrasa.