Bueno, no pensé que se causaría tanta expectativa, pero aquí van más detalles:
Es el curso de Audi Sportscars Driving Experience en Sonoma, California. La pista es nada menos que el Infineon Raceway, una cosa sencillamente espectacular, muy técnica y complicada, con cambios de elevación increíbles, peraltes invertidos, curvas rápidas miedosas y eso sí, muy poca recta, así que no se imaginen mucho en términos de velocidades máximas (por mucho toqué algunas veces los 160). Pueden buscarlo en Google y tienen más detalles sobre el evento.
A lo importante, los carros:
El TTS es el 2.0 Turbo, muy similar al que está en tantos modelos de VAG (Golf GTI, Seat Leon FR y Cupra, Audi A3 y A4) pero tuneado hasta algo así como 250 hp. El motor es delicioso, revoluciona muy rico, y el tutbo lag es muy pequeño, solo en la primera parte del tacómetro. Arriba de las 2500 es una aceleración perfectamente lineal y sin sobresaltos. El carro es una belleza por dentro y por fuera, pero lo realmente matador es la caja S-Tronic de doble embrague... sencillamente ASOMBROSA!!!
Sólo di un par de vueltas en modo manual con las paletas, porque realmente no se justifican con el modo Sport que tiene la caja... deja subir perfectamente hasta línea roja antes de subir el cambio, y los rebajes son realmente perfectos, en el momento justo y con una velocidad ridícula. Quedé con la boca abierta... alguien sabe cuánto vale ese carro en Colombia??? Seguramente una tonelada de plata, qué cagada, debe ser inalcanzable por todos los aranceles e impuestos que lleva encima...
El S4 es el V6, 3.0, no estoy seguro si Turbo o Supercargado. Hace algo como 330 hp, pero estos ejemplares venían con una Triptónica que, francamente, no es adecuada para manejo en pista. Seguramente en el día a día es perfectamente adecuada, pero en la pista es demasiado lenta para cambiar, y en modo automático no es muy diferente de las cajas gringas de toda la vida... torpe a morir. El carro tampoco me mató estéticamente por fuera, aunque por dentro es bien bonito, y los que tenían venían con las tapicerías tope de la marca, realmente bonitas. El motor tiene buen torque y potencia, pero la sensación del carro no me gustó para nada... totalmente aislado del asfalto, se siente uno como anestesiado. Creo que no es para nada un carro de entusiasta.
El S5 viene con un impresionante V8 de 4.2 litros aspirado naturalmente, y entrega algo así como 350 hp. Qué sonido, qué torque, y lo que más me sorprendió para un motor de ese tamaño, qué manera de subir de RPM, parecía un 1.4. Estos estaban con caja mecánica, muy precisa y suave, y el carro es estéticamente espectacular. Eso sí, la sensación al volante, siendo muy superior a la del S4, está lejos de la del TTS. Los kilos de peso se le sienten en las eses de la pista, y aunque el feeling no es de anestesia, definitivamente soy más de carros más directos y conectados al pavimento.
Y el postre: un R8 5.2 con diez cilindros en V.
No se vayan a infartar, porque no lo manejé. Pero di un par de vueltas a fondo de copiloto con el instructor... es algo fuera de este mundo. Sin palabras.
