Hace una semana, para un final tuve que leer un libro, el cual recomiendo mucho, se llama "las guerras del siglo XXI" de Ignacio Ramonet. En él, el autor dedica un capítulo a "la geografía del hambre y del sida". Como apartes que me gustaría compartir, están los siguientes:
"a nivel mundial, la pobreza sigue siendo la regla y el bienestar la excepción. Las desigualdades se han convertido en una de las características estructurales de nuestro tiempo."
" La mercantilización generalizada se traduce en un formidable agravamiento de las desigualdades. Aunque la producción mundial de alimentos básicos equvale a más del 110% de las necesidades del planeta, treinta millones de personas siguen muriendo de hambre cada año, y más de 800 millones sufren de malnutrición".
" En 1960, el 20% de los más ricos de la población mundial tenía unas rentas trienta veces superiores a las del 20% de los más pobres. En la actualidad, la renta de los ricos son, no treinta, sino ochenta y dos veces superiores a las de los pobres.
" de los 6 mil millones de habitantes del planeta, apenas 500 millones viven desahogadamente, mientras que 5500 millones subsisten en condiciones precarias". El mundo ha perdido el rumbo.
"las 33 compañias más grandes del planeta venden más, que el PIB de los 100 países más pobres"
Según el autor el hambre se ha convertido en un arma política "en la actualidad no hay hambruna fortuita"- Dirigentes y organizaciones a los que el final de la guerra fria dejó sin ingresos, practican una estrategía del hambre. "ya no son los pueblos enemigos, los pueblos por conquistar, los sometidos al hambre, sino las mismas poblaciones de quines quieren captar en beneficio propio esa nueva bicoca de los conflictos que son los proyectos mediaticos y su corolario, el desencadenamiento de la compasión internacional, fuente inagotable de dinero, alimentos y tribunas públicas para exponer sus reivindicaciones".
En Somalia, en Sudán, en Liberia, En Corea del Norte, en Birmania o en Afganistas, responsables gubernamentales o señores de la guerra secuestran a las poblaciones y las matan de hambre para alcanzar objetivos políticos. A veces con una crueldad infinita, como en Sierra Leona, donde los hombres del RUF desarrollaron durante años una campaña de terror, amputando sistemáticamente las manos de los campesinos para impedirles cultivar. Esto último sale en la pelicula "diamante de sangre".
Bueno y por otra parte para no ir muy lejos, hablando de países de Africa, Asia central y Asia pacifico, basta ver lo que sucede en nuestra costa pacifica, donde los niños se literalmente se mueren de hambre.