Sobre las cuatrimotos y sus "jinetes"

XJ6

Moderador
Miembro del equipo
Feb 1, 2008
17,166
Odio las cuatrimotos, sobre todo en la ciudad. En el campo, me parece que son muy invasivas en ciertos terrenos en los que debería reglamentarse su uso.

Quiero compartirles este artículo del Maestro Héctor Abad Faciolince a ver que opinan

Un juguete de regalo
Por: Héctor Abad Faciolince
POR LOS CAMINOS REALES Y LAS CArreteras destapadas de Antioquia, las cuatrimotos están reemplazando a los caballos de paso. Estas modas llegan por oleadas, como los perfumes, las botas altas o el color anaranjado. En este país pervertido por los narcos, las modas no las imponen los ricos y famosos, ni la farándula, sino los mafiosos, que en Colombia, por desgracia, son los más ricos, los más famosos y los más faranduleros. Como ya tienen caballos, ahora se inventaron el embeleco de las cuatrimotos.

Va uno a pie, paseando tranquilo por un camino en el campo, y de pronto se empieza a oír a lo lejos un rugido creciente como de tanques de guerra que se acercan. Al fin llegan, a toda velocidad, esos carritos armados de cuatro ruedas, aturdiendo la calma y espantando los pájaros, escupiendo humo, salpicando barro o levantando polvaredas. Embisten con arrogancia y hacen que uno tenga que resguardarse de afán a la vereda del camino, porque van a pasar, en manada, cuatro o cinco jinetes del Apocalipsis, con sus hembras a la espalda y sus gritos de guerra envueltos en carcajadas.

El director de fiscalías de Medellín, Guillermo León Valencia Cossio, confiesa ingenuo en las grabaciones reveladas por Cambio que él hasta ahora no había tenido nunca un “triciclo” de estos. Tal vez porque son caros. Cuestan tanto como una buena yegua de paso fino, o más. Con el sueldo de fiscal uno no puede permitirse estos juguetes para que sus muchachos salgan a alborotar por los caminos de Caucasia, según la moda ya impuesta por los vástagos de los mafiosos. Menos mal que hay amigos generosos dispuestos a regalarle a uno una cuatrimoto, y a ponérsela en la propia finca. ¿A cambio de qué? Soy antioqueño y sé que por estas tierras no hay nadie que dé gratis un regalito así.

Será la justicia la que establezca si estos regalos (también a la fiscal de Santa Marta le dieron su aguinaldo en efectivo) se hicieron para borrar al Indio de las listas de los neo-paracos organizados. O si sería más bien para favorecer a empresas de vigilancia privada, que muchas veces no están hechas para protegernos de los ladrones sino para amparar otros ladrones más poderosos. Por lo pronto, algo muy turbio y muy podrido tiene que haber en un funcionario judicial que recibe regalos de este tamaño. Es raro que se los manden, sea por lo que sea.

Antioqueños de-las-mejores-familias, como se dice, no han soportado la fácil tentación de enriquecerse rápido, así sea asociándose con los mafiosos y paracos más sanguinarios. Hijos de los Ospinas, de los Londoños, los Restrepos, los Ángel, los Echavarrías, todos los que tenían un apellido que al parecer los honraba, que merecía respeto por un pasado en las ciencias o en la industria, no han dudado, como en la ranchera mexicana, de pasarse a la vida negra “arrastrando la cobija y ensuciando el apellido”.

Padres o hermanos o hijos no tienen la culpa de lo que hagan las ovejas negras, aunque a veces parece que la excepción van a ser más bien las ovejas blancas. En las familias numerosas, en cualquier caso, puede haber de todo. No creo que Ramiro Valencia Cossio —que dejó la política por dedicarse a la meditación— tenga nada que ver con las amistades peligrosas de su hermano Guillermo León.

Los Sierra, empresarios honorables de Argos o de Comfenalco, no tienen por qué ensuciarse si su hijo o su hermano pasó de la seguridad privada a las empresas secretas de inseguridad y terror para todos. Pero si no limpiamos nuestra justicia y nuestra política de estas porquerías narcoparamilitares, el país no estará dejando de ser un estado mafioso, como se anunciaba, sino que estará más hundido aún en el mismo pantano maloliente del que se suponía que íbamos a salir.

Insisto en que el patriotismo no es cantar el Himno con la mano en el pecho. Patriotismo es no vender la justicia por una moto mafiosa y ruidosa de cuatro ruedas. Por perseguir estos ridículos símbolos de estatus impuestos por los narcos (Hummers, hembras operadas, caballos de paso, cuatrimotos), los que no necesitaban corromperse, porque nacieron con todo, se pudrieron. Todo por soltar carcajadas de arrogancia, mientras espantan a los pájaros y asustan a los paseantes de los caminos, antes serenos, de nuestros campos. Es lo que se ha impuesto: tiene estatus imitar la prepotencia de los mafiosos y de paracos, y en cambio no tiene prestigio alguno seguir a los que estudian, enseñan o trabajan.
 

caescobar

Alto kilometraje
Abr 14, 2008
1,062
XJ6 dijo:
.....Insisto en que el patriotismo no es cantar el Himno con la mano en el pecho. Patriotismo es no vender la justicia por una moto mafiosa y ruidosa de cuatro ruedas. Por perseguir estos ridículos símbolos de estatus impuestos por los narcos (Hummers, hembras operadas, caballos de paso, cuatrimotos), los que no necesitaban corromperse, porque nacieron con todo, se pudrieron. Todo por soltar carcajadas de arrogancia, mientras espantan a los pájaros y asustan a los paseantes de los caminos, antes serenos, de nuestros campos. Es lo que se ha impuesto: tiene estatus imitar la prepotencia de los mafiosos y de paracos, y en cambio no tiene prestigio alguno seguir a los que estudian, enseñan o trabajan.

Tremenda reflexion la q plantea este articulo, es increible como este pais se esta llenando...o se llenó de dispositivos de poder impuestos por....los amigos de las camisas de chalis :twisted:. Y lo peor, aun despues de ver los procesos tan dolorosos q ha vivido nuestra sociedad durante tantos años, por causa de la economia de los emergentes, todavia hay personas q envidian ese modelo de vida.....

Vivimos en el reino del primero YO, segundo YO, tercero YO, cuarto YO, quinto YO.....