Presento el nuevo integrante de la familia, Suzuki Celerio 2015. Versión GLX, mecánicamente y eléctricamente impecable, todo original; eso si con uno que otro rayón y golpe pero nada grave. 60000 kms y hasta el momento todo muy bien. Se estrenó yendo desde Bogotá a Popayán y viceversa, todo excelente, especialmente el consumo. Está dando en carretera prácticamente 70/galón con corriente (con extra debería hacer un poquito más), tiene buena fuerza y también es agradable de manejar en curvas (dentro de lo proporcional, tampoco es un deportivo).
Lo único malo es que gracias a las maravillosas vías que tenemos y a un amable hueco, en la llanta delantera derecha le comenzó a sonar un golpeteo metálico por donde está la mordaza del freno, y más o menos entre 60 y 75 km/h se siente una vibración (como un estilo de saltico), pero después de 80 no se vuelve a sentir. Si alguien sabe de un taller especializado en suspensiones en Bogotá se los agradecería.
Pero quitando eso, muy contento con el carro, especialmente por la fuerza, subiendo la Línea no se quedó atrás. Eso sí es muy pequeño, pero para andar solo es suficiente.