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En esa gama, los frenos de campana también son pecado de carros de mucha más reciente aparición como el Hyundai i35 u otras alternativas como el Nissan Sentra. Lo que me llama la atención es que no destacan que el Lancer es tal vez uno de los pocos o el único con siete airbags en el segmento C, eso sin contar con que la caja CVT es mucho mejor por rapidez o refinamiento a la automática de un Cruze, mucho más eficiente que la de un Mazda3 (apenas cinco cambios) o verdaderas piezas de museo como la del Corolla (de cuatro sin modo secuencial) o la CAS de PSA que lleva un 408. De ahí en adelante, puede que al precio lo castigue su origen directamente japonés, pero sigue siendo mucho más racional al de un Corolla SE-G brasilero o uno que otro francés.

 

Si de darle palo a una marca se trata, las hay mucho peores, porque Mitsubishi tiene muy buenos productos. Otra cosa es que su representante tenga un enfoque similar a Subaru u Honda y no tenga esa clara intención de posicionarse en volumen.