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Quienes legislan en materia de seguridad y ejecutan las normas terminan agachando la cabeza ante las presiones de las empresas más poderosas del sector. Políticamente es más conveniente "apoyar la generación de empleo" de la industria, y terminar posando en la inauguración de zonas francas y estampadoras de acero, que meterle la mano a la estructura de costos y exigir que los elementos de seguridad sean obligatorios.


Las buenas cifras de ventas de los FIAT 500 y Ford Fiesta respaldan que ya son muchos los compradores que conocen y valoran lo que compran. Pero, en un segmento de precios más bajo, la pelea de costos es al centavo.


Comparando los precios de las diferentes versiones de Logan/Sandero (más o menos $4 millones por un Airbag y frenos con ABS), creo que que un Logan/Sandero con equipo de seguridad más completo (control de estabilidad y air bags laterales) quedaría con un precio ya muy cercano al del Ford Fiesta. Desde el punto de vista comercial, esa ya sería una pelea de tigre con burro amarrado.