El viernes anunciaron que Directv va a transmitir los partidos del Mundial en 4K, por lo cual se acerca el lanzamiento en el país.
Ayer vi el LG B7 OLED de 55" en promoción ($3,9 millones con cualquier medio de pago o $3.5 millones con tarjeta Cencosud). Desde el año pasado que el B6 estuvo rebajado en Falabella por esta misma época (pero a $4,9 millones, si la memoria no me falla), había quedado con la espinita.
Hice una rápida investigación y encontré historias de terror sobre el burn-in inherente al estado actual de esta tecnología, así que lo descarté. El Samsung QLED Q7F de 55" quedaba a un precio similar al OLED de LG, con la ventaja de no tener problemas de burn-in por ser LED. Aunque la calidad de imagen no era mala, el consenso es que los QLED 2017 no son mejores que los SUHD de la serie KS de 2016, a pesar de cierto avance en el color y de que cuestan más plata.
Entonces llegué al LED Sony XE90 2017 de 55", a $3,3 millones con cualquier medio de pago, en Sony Store o Alkosto. Después de estar opacada por la rápida evolución de los modelos de Samsung y LG, Sony ha lanzado muy buenos televisores en el último par de años. Leí muchísimo sobre este modelo y resultó ser el más recomendado en Estados Unidos en su franja de precio.
No tuve la oportunidad de verlo en vivo junto a los LG y Samsung, así que hoy fui a Sony. Y sí, tenían razón. La imagen de este TV no tiene comparación con otros LED de la competencia. El brillo y el contraste con increibles, especialmente porque la retroluminación no se hace desde los bordes sino desde la parte trasera del panel. Trae además Android TV, algo que me interesaba porque las funciones Smart de mi noble Samsung 2013 cada vez son más limitadas (gracias a que el mismo fabricante ha ido retirando aplicaciones y ha espaciado notablemente la actualización de las que quedan, como Youtube; por eso compré un Roku, aprovechando el Cybermonday, y debe estar por llegar).
Con un precio casi irresistible (incluso menor que el del mismo modelo en Estados Unidos con rebaja), lo compré. Ah, y me encimaron un simpático parlante.
https://store.sony.com.co/xbr-55x907e/p
https://store.sony.com.co/srs-x11/p
Es facilísimo de configurar, incluso se puede hacer desde un teléfono o tableta con Android, simplificando todo el proceso de la cuenta de Google.
Lo actualicé con la última versión de firmware y no aprecio para nada el lag de Android TV con ciertas aplicaciones que comentaban algunos usuarios en los primeros meses de venta del modelo.
El sintonizador de TDT parece tener más potencia que el de Samsung y me encantó que separe las señales de TV y las de radio (los Samsung agrupan las señales por multiplex, así que, por ejemplo, Caracol HD, Caracol HD2, La Kalle, Caracol HD3 y Blu Radio quedan seguidos uno del otro).
Los ajustes que trae de fábrica son muy buenos, aunque, con tiempito, los iré puliendo.
En cuanto al sonido, creo que tiene más bajo, pero también tengo que cacharrearle porque el de mi viejo Samsung parece mejor distribuido.
El control es muy convencional, lleno de botones, pero fácil de manejar.
El Samsung seguirá en otra parte del apartamento porque luce tan moderno como un TV nuevo, conserva una buena calidad de imagen (considerando que es Full HD y su edad) y no ha fallado ni una vez.