Recomendaciones que no sobran:
http://www.carroya.com/contenido/cl...tores/home/ARTICULO-WEB-PTL_NOTA-8438654.html
Ir cansado puede ser igual de grave que ir ebrio. Pilas
A propósito del artículo que publican hoy en el Home con recomendaciones del Cesvi a la hora de conducir por carretera, y relativas a los malos hábitos y el cansancio, les dejo dos reflexiones propias que vivi recientemente, ambas relativas al cansancio por largas jornadas al volante, o por la incidencia que trae el pésimo estado de algunas vías, o la incidencia de las condiciones del clima:
- En diciembre del 2005 viajaba de Bogotá a Coveñas, cubriendo las rutas de Bogotá a Medellín, Medellín - Montería, Montería - Coveñas. Salí muy de madrugada pensando en cubrir buena parte del recorrido en la primera jornada. Como saben, por el tráfico pesado hacia Medellín, y el pésimo estado permamente del tramo entre Villeta y Honda, sumado a la dificil condición ambiental que reina todo el tiempo entre Santa Rosa de Osos y el pronunciado descenso entre Valdivia y Puerto Valdivia, cometí el error de no parar a descansar a tiempo sino hasta llegar a Tarazá, donde ya el microsueño sentido por primera vez y el cansancio por lo pesado del recorrido, me hicieron decir basta.
- Antes de Ayer cubría la ruta de Manizales a Bogotá, vía Fresno - Mariquita - Honda - Villeta - La Vega. En distancia no es mucho. Pero dado que la vía entre Manizales y Fresno es una trocha hoy día, con las terribles condiciones de lluvia y neblina en extremo densa, que vienen reinando por estos días en varias de las carreteras del país, traje la primera experiencia de Coveñas contada arriba para decidir parar en Mariquita dado el cansancio, y seguir a Bogotá en la mañana siguiente.
A veces no es fácil decir paremos y seguimos mañana, por ese sentimiento de ego que a veces nos gana a los conductores. Pero parar puede significar no poner en juego nuestras vidas por el afán de llegar hoy mismo.
Nota: En días pasados cubría la ruta de Ibagué a Armenia y encontré que la Línea se encuentra muy mal de estado y llena de imprudencias. Un bus de Bolivariano adelantó en tres curvas consecutivas manteniéndose siempre invadiendo el carril contrario sin siquiera volver a su carril una sola vez. Si hubiera venido bajando un tractocamión en ese momento una nueva tragedia tendríamos por la imprudencia al volante.