El Mini es por bastante, mucho mejor carro de entusiasta. El Mito lo puede superar en gadgets (a igualdad de precios, porque un Mini jalapeño tiene más cosas que el Alfa), en la belleza de la tapicería de cuero italiana, en espacio en la banca trasera y en baúl. En sensación de manejo pura y dura, no hay comparación.
El Alfa es un carro blando, civilizado, un tanto desconectado del asfalto, mientras el Mini es casi un kart (con todo lo bueno y malo que eso puede ser, dependiendo de la persona). El tacto de caja, dirección y embrague no pueden ser más distintos, y la respuesta del Turbo del italiano es bastante bastante rezagada.
La elección depende de que tanto pesen unas cosas u otras para quien lo manejará. Pruébelos los dos. En Alfa la prueba en general tiende a ser cortica, pero charlándose a Andrés puede conseguir algo mejor. En Mini pregunte por Carlos Andrés, y charlando también puede conseguir dar una vueltica larga.
Eso sí, si está en presupuesto de Cooper no se le ocurra manejar el S... no se haga ese daño