Cartagena - Medellín - Pereira - Armenia - Bogotá - Cartagen
CARTAGENA – MEDELLIN – PEREIRA – ARMENIA – BOGOTA – CARTAGENA.
VEHICULO UTILIZADO, CORSA EVO HB 1.4
Salida de Cartagena a las 4:30 am, por la vía de Membrillal descrita anteriormente. Llegada a Medellín a las 3:00. Particularmente, en este viaje, nos hemos encontrado sola la carretera. Muy pocas mulas y tráfico sólo en sentido contrario. En los peajes iniciales, en donde otras ocasiones hemos encontrado filas de mulas y camiones esta vez, nada, casi paso libre. Esto da un poco de libertad y hasta abuso en el pie derecho, apenas comienza la luz del día nos dedicamos a ganar terreno pensando siempre en que el paso por el alto de ventanas es impredecible en cuanto al estado de la vía.
Una semana en Medellín, por que vale la pena, siempre hay algo que hacer. Algunos aguardientes, comida típica, salidas a fincas, etc.
Salida para Armenia a las 8:00 am, el destino y sitio de base para las próximas salidas, una finca cafetera en el Quindío, más precisamente cerca de Circasia, municipio cercano a Armenia. La ruta es saliendo por Itagüí, y tomando la vía a Caldas. Luego de pasar por el Alto de Minas, la carretera se pone más agradable, aunque con bastantes curvas. En la llegada a Pereira, mucho tráfico, aunque pienso que de no ser por el Megabús, estaría peor. El viaducto “César Gaviria Trujillo” hace más rápido el paso por la ciudad. Desde la misma salida hacia Armenia, tomamos la Autopista del Café, una de las mejores vías por las que he viajado, en gran parte doble calzada, que invita a “probar” cualquier máquina, eso sí hay que estar pendiente por que lo pillan a uno y se daña el paseo con el parte. – Sería bueno andar con detectores de radares-. En realidad la carretera es perfecta, buenos peraltes, buena señalización, tanto que se puede andar de noche sin restricciones. Antes de llegar a Armenia, hay una caseta de peaje hecha casi completamente en Guadua, sencillamente espectacular. En el Quindío, a propósito de la Guadua, hay extensos cultivos de esta planta que está propuesta arquitectónicamente hablando como el reemplazo del acero por su gran resistencia. La propuesta de construcción con Guadua es muy interesante. Al llegar, mercado y pa´la finca. Nos vamos adentrando en los paisajes cafeteros y llegamos a nuestro destino. Una linda finca típica quindiana con cafetales por todos lados. Desde allí, paseo por los alrededores y conocemos pueblitos como Filandia, Quimbaya, Montenegro, y el campeón, Salento. Las artesanías de este pueblo, tienen fama nacional, Guadua, madera tallada y vitrales. Gente amable, artesanías y café. Al final de la calle principal en donde está el comercio, nos encontramos con una venta de café muy particular. Tostador y molino totalmente artesanales. Luego de degustar el delicioso café, salimos nuevamente para el valle de Cocora, sitio en donde se erigen plantaciones de la palma de cera (símbolo Nacional). Son palmas de gran tamaño, que crecen en esta zona y se mezclan a lo alto con el paisaje de montaña. La carretera, buena al salir de Salento, pero luego entramos en tramo destapado en donde es necesario andar despacio para no dañar las suspensiones del carro. En un carro sin protección para el carter, mucho cuidado con los golpes y rozaduras. Al llegar al fina de la vía, el valle delimitado por dos grandes cerro que se cruzan y por supuesto las palmas. Allí un buen restaurante con café, chocolate, y buenas truchas, preparadas como las quiera.
Otro paseo recomendado es al parque del café. Es plan para todo un día. Zapatos y ropa cómoda para las largas caminatas y colas de las atracciones. Lo mejor, la montaña Rusa.
Armenia, luego del terremoto, ha sido reconstruida y de este solo quedan los malos recuerdos y unas cuantas edificaciones, de las cuales muchas son hoy parqueaderos públicos. Es una ciudad pequeña, agradable y con gente amable. Debido a la poca capacidad del Corsa para el equipaje, enviamos de vuelta a Cartagena la mitad de la ropa que habíamos utilizado, y para serles franco fue una gran idea. Aunque más livianos de equipaje, pero cargando artesanías y varias libras de Café, salimos para Bogotá luego de una semana de estar en el Quindío. La salida, 9:00 am, no tan temprano para tratar de no encontrar mucha niebla en el alto de la línea, pero que va, eso como que siempre está tapado. En subida el carro se porta a la altura, aunque en algunos trayectos si acaso hasta segunda y bien revolucionado. Como es común en esta vía, nos topamos con un accidente, de una mula que literalmente le arrancó la cabina a un Toyota Prado desde la puerta del conductor, afortunadamente sin consecuencias fatales. Sin embargo, eso nos representó 1 hora de atraso, parados entre la niebla y con bastante frío, tanto que al bajarnos del carro, tocó ponerse la chaqueta. Este paso hasta llegar a Cajamarca es de cuidado. El paso por Ibagué, solo por la periferia, y en el espinal, parada a tomar salpicón bien frío y quesitos envueltos en hoja de plátano, típico de la región. En Girardot, me llevé la sorpresa de encontrar tremendo Carrefour, también sólo de paso, seguimos a Bogotá. Otra semana allí, bajados en Chía, sólo entrar a Bogotá para ir a rumbear o a comer.
Salida para Cartagena 5:00 am con parada de una noche en San Alberto Cesar, luego al otro día salida a la misma hora para pasar por la zona de los montes de María temprano y en un sitio antes de llegar al Carmen de Bolívar parada en un reten del ejercito. Como siempre, amigables y colaboradores, hasta posaron para la foto.