Sé que está prohibido hablar de política o religión porque fijo y terminamos agarrados como verduleras, pero abuso del título de éste tema para dar mi opinión a manera de lamento y bien pueden señores administradores borrar el presente mensaje de creerlo conveniente, no hay lío...[emoji106]
Respetando todo punto de vista, toda creencia y credo, toda opinión y pensamiento, me parece inaudito que en pleno Siglo XXI aún se mezcle la democracia, la política y las creencias, sean éstas religiosas o no.
Si algo nos ha enseñado la historia es que no hay mezcla más volátil y explosiva que esa. Está mezcolanza no solo saca lo peor del ser humano, sino que deja cicatrices imborrables y al ejemplo me remito: cruzadas, intifadas, nacionalsocialismo, purgas étnicas como las de los Balcanes o Ruanda, o sin irse tan lejos la época de la violencia partidista de los 50's...
Entiendo que en sociedades conservadoras como la nuestra el temor a lo desconocido provoque un oscurantismo ideológico que es aprovechado por personas en busca de populismo enceguecedor para a fin de cuentas, lograr aceptación política o lo que es lo mismo, votos.
Trato de entender cómo discriminando al que piensa y siente distinto a las mayorías se puede lograr algo bueno.
Me educaron para respetar a los demás si quería que me respetaran y es por eso que me arde el corazón cuando de manera vergonzante escucho hablar despectivamente de familias y personas óptimas como si existieran seres superiores e inferiores.
No me cabe en la cabeza que hayan distintas clases de amor, pues me enseñaron desde la cuna que el amor ni tiene edad, ni tiene género, ni sexo ni religión.
Por estas y muchas cosas más es que siento vergüenza de la política y de la religión, pues se escudan en querer siempre lo mejor para la gente pero pasando por encima de todo y de todos.
Admito que cada quien es libre de pensar y de creer en lo que quiera y que la religión incluso más que la política, dicta las leyes y el deber ser en este país.
No soy religioso, como ya se debieron dar cuenta, me declaro agnóstico pues lo que va más allá de la experiencia de las cosas escapa a mi comprensión. Siento y vivo mi propia doctrina gracias a lo que mi familia y la vida me han enseñado, pero no me persigno ni le canto a la media luna.
Y es gracias a ese aprendizaje que he tenido que puedo expresar lo que pienso sin miedo, y es gracias a mi familia que puedo distinguir entre lo bueno y lo malo y es gracias a esa familia "no óptima" de madre soltera, que me crió, que me siento triste.
Ojalá ese referendo discriminatorio no sea aprobado y si lo es, ojalá podamos discernir entre lo humano, justo, igualitario y lo divino, discriminatorio y vergonzoso.
Gracias por su tiempo y recuerden señores administradores pueden borrar el presente mensaje de creerlo conveniente, no hay lío...
, entonces son 2 derechos polarizantes en donde cualquiera de las opciones que considere siempre va a existir un "pero" medianamente valido.
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