El Hongqi L5 sigue siendo el auto mas caro de China
Tal vez el Hongqi L5 necesita más oro para competir con Rolls-Royce Phantom y el Bentley, pero los burócratas chinos lo siguen utilizando, y quizás la próxima generacion haga el cambio.
Un verdadero clásico de oriente.
Foto: Hongqui
Por:
Enrique Kogan
PUBLICADO: APR, 24, 2014 7:00 PM EST
En estos época de nuevos modelos y una nueva generacion de compradores de vehículos que hicieron saltar a China al primer podio mundial en ventas, los chinos no olvidan de su auto insignia, que ademas es el mas caro que se vende en el país, el Honggi L5.
En chino, "Hongqi" significa "bandera roja", el símbolo más potente del Partido Comunista de China, por lo que era un nombre apropiado para una empresa que suministraba autos a la burocracia china.
Un símbolo de poder, una esfera de influencia, que curiosamente, tomó la visita de Nixon a Mao en el 1971. Nisson no dudo en entrar en un Hongqi en vez de llevar su Cadillac. Últimamente el presidente francés, François Hollande se montó recientemente en un Hongqi L5 y dijo que lo encontró muy cómodo.
La más antigua empresa de automóviles de China, lanzó su primer vehículo el 1 de agosto de 1958, que era un sedán negro con cromado forrado y diseñado como el Packard del 1950. que era gran inspiración entre los revolucionarios chinos.
Hoy en día para ser dueño del Honggi L5, el carro más caro de China, tendrá que pagar el equivalente a 801,624 dólares.
FAW Car Company Limited filial del Grupo FAW en Changchun, provincia de Jilin, China produce el carro, igual que muchas copias de autos occidentales. Al ser una empresa estatal, casi no tiene juicios en contra.
Anclado sin cambios por 50 años con pena pero con lujo, sus especificaciones son apropiadamente impresionantes. Pesa casi tres toneladas y llega un motor V12 de 6.0 litros que produce alrededor de 400 hp y 405 lb- pie de torsión. Lo acompaña una transmision automática de seis velocidades.
Su interior trae de todo con tiradores de las puertas de celadón de jade, incrustaciones de madera tallados a mano con pequeñas nubes en ellos, todo perforado en cuero, una consola central impresionante e incluso un sistema de sonido Bose.
Se dicen que los burocratas no necesitaban ir a ningún lado para satisfacer sus apetitos sexuales, dentro del Honggi tenían todas las comodidades.