-Mi amor ¿donde dejaste al bebe?
-En la cuna, amor.
-¡Pero aquí solo hay un pollo!
-¡Ay jueputa!, ¡APAGA EL HORNO, APAGA EL HORNO!
—No soy celosa, pero me cae mal esa que siempre te aprieta los cachetes.
—Pero es mi abuela.
—No me importa, se ve que es bien zorra.
— Señorita, ¿Una copa de vino?
— No gracias, es malo para mis piernas.
— ¿Se le hinchan?
— No, se me abren.
¿En qué universidad estudias?
-aDiHiviiNaAh.
-No estudias, ¿verdad?
-¿qKCoOmOÔoH LhO SuÜPiisZtHe?
-Intuición.
— Te voy a traer una mujer que respetes ames y va ser tu compañía para el resto de la vida, se llamará Eva.
— Señor, ¿pero entonces Ámparo Grisales qué?.
— Ah, yo no sé, ya estaba acá cuando yo llegue
— Gracias por llamar a UNE, ¿En que puedo ayudarle?
— No sirve mi módem.
— ¿Que bombillos tiene prendidos?
— Los de la cocina y el baño!
—Hijo, ¿trabajas en Monster Inc.?
—No, ¿por?
—¿Y ese monstruo peludo?
—¡Mamá deja a mi novia en paz!
—JAJAJA, ¡33-12, tenemos un 33-12!
—Un pliego de papel, por favor.
—¿Bond?
—¡Shhh! Es una misión secreta.
Y uno viejito:
—¿Le lele aquí?
—Doctor, ¿Seguro que el examen de seno es con la lengua?