Buenas noches.
Luego de un buen rato de ausencia en el foro y después de haber defendido la marca enérgicamente desde 2 Fiestas 2011 que tuve y 1 Fiesta 2014 que todavía tengo, vengo a contarles la mala experiencia que he pasado por cuenta de mi camioneta Ford Escape 4x4 2013 y del Concesionario VEHÍCULOS DEL CAMINO de Medellín.
Desde principios del mes de Enero, empecé a sentir una resonancia atípica en el vehículo acompañada de un ruido fastidioso que se sentían al encender el carro y al llevarlo aproximadamente a los 2.800 - 3.000 RPM, rango en el que la camioneta pierde potencia. No saben qué mal se siente estar acostumbrado a un carro con una excelente respuesta y tener que pasar a conducir sin poder acelerar para evitar sentir esa vibración y sonido bastante fastidiosos. Como supondrán, apenas empecé a sentir las anomalías, visité el concesionario en búsqueda de una explicación, haciendo uso de la garantía que me ofrecieron al hacer la compra de 100.000 kilómetros (entiendo que esto ya no aplica) o 3 años.
Para no hacerles muy larga la tragedia que he pasado durante estos 5 meses de cuenta del carro y del desconocimiento de sus distribuidores (hablo del concesionario VEHÍCULOS DEL CAMÍNO en Medellín), les cuento que el Jefe del Taller, el Señor Fernando Lugo, fue insistente desde el principio (o sea, desde Enero) en que al carro no le ocurría nada... que eran percepciones mías, cuando, desde el principio, cualquier persona que se montaba conmigo al vehículo sentía inmediatamente el sonido incómodo que producía. Para que se hagan una idea, mi carro suena como un CAMIÓN DIESEL... y al acelerarse, se siente esa resonancia que inmediatamente obliga a soltar el pedal por miedo a causar algún daño. Sin embargo, el Señor Lugo se negaba a aceptar que hubiese algún problema.
Después de mi insistencia y de varias idas al taller, me reciben el vehículo para hacerle un diagnóstico, en el cual determinan que el carro tiene problemas con el turbocargador, así que la marca había autorizado el cambio. Como el carro es importado, tuve que esperar más de un mes para que llegara el repuesto, volver a llevar el carro, dejarlo dos días, pero.. OH SORPRESA!... aparte de que el cambio del turbocargador no sirve para ABSOLUTAMENTE NADA (el carro quedó con el mismo ruido y resonancia), el carro terminó con un ruido más, que no tenía al llevarlo al concesionario. El sonido (un traquido) se sentía cuando la dirección del vehículo cambiaba, así que hubo que cambiar también la bieleta de dirección, que tardó otro par de semanas más en llegar... Es decir, aparte del daño inicial ahora tuve que aguantarme otro traquido horrible al mover el timón (o sea, siempre). Después de cambiarle la bieleta, el traquido se corrijo, quedando nuevamente con el problema inicial.
Como el cambio del turbocargador no sirvió de nada, el Señor Fernando Lugo me dijo que debíamos esperar a que viniera un Ingeniero de FORD para revisar el vehículo, que cada mes se presentaba alguno en el concesionario para atender casos especiales, así que incluiría el mío en la próxima visita. Pasó más de un mes sin recibir ninguna llamada del concesionario (no me comuniqué, porque él había sido claro en que ese sería el tiempo aproximado que tardaría; sin embargo, nunca recibí una llamada), así que envié a mi papá personalmente allí para que consultara qué había pasado. Pues con mi papá en el concesionario, se comunicó conmigo el Señor Fernando Lugo diciendo que ya sabía qué le ocurría al vehículo (después de que siempre había dicho que no tenía nada) y que debían cambiar el juego de terminales de la barra estabilizadora. Me extrañó que mágicamente hubiese aparecido el problema y hasta la solución, sin siquiera volver a revisar el carro, pero, según él, ya le habían dado la indicación desde la fábrica, basados en el diagnóstico que tenían. Para mi sorpresa, otra vez había que esperar 15 días hábiles (que en realidad nuevamente fue más de un mes) para la importación del repuesto. Esperé pacientemente esperanzado en que por fin tendría solución al problema, hicieron el cambio y el carro siguió absolutamente igual... Fui nuevamente a hablar con el Señor Fernando Lugo y, ahora, insiste nuevamente en que el vehículo no tiene nada...que es normal que suene como un carro DIESEL por tratarse de un motor turbocargado (Insisto, suena como un CAMIÓN DIESEL). Pedí una prueba de ruta a la asesora comercial que me vendió el vehículo en la camioneta de prueba en la que yo mismo había testeado el carro antes de comprarlo y no suena ni remotamente parecido... el cambio es total... Conseguí que el amigo de un amigo me dejara conducir una camioneta igual que tiene para hacer la prueba con otro vehículo y tampoco suena así, pero el Señor Fernando Lugo, insiste en que no tiene nada para liberarse de su responsabilidad.
Desde el Lunes, visité el taller EL ROBLE MOTOR y cómo les parece que ya hasta conocían el caso. Ya los habían llamado de Vehículos del Camino para consultarles qué podría pasar, cuando a mí se han cansado de decirme que el carro no tiene nada. Pues en EL ROBLE MOTOR inmediatamente me confirmaron que para nada es normal lo que está pasando en el vehículo. Han estado en pruebas y hoy me dijeron que posiblemente es un problema de caja. O sea, un problema nuevo del que ni siquiera han hablado en VEHÍCULOS DEL CAMINO. No sé si sea eso y no sé si ellos logren arreglarlo, pero por lo menos no niegan que el estado del vehículo no es el correcto y están buscando qué puede pasar.
El día de hoy llevé un Derecho de Petición al Señor RICARDO CELIS, encargado de servicio al cliente en VEHÍCULOS DEL CAMINO solicitando la devolución de mi dinero. En caso de que se nieguen a hacerlo, ¿qué puedo hacer? ¿alguien ha tenido situaciones similares? Estoy dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias por exigirle al concesionario VEHÍCULOS DEL CAMINO que respondan por la garantía que me ofrecieron antes de realizar la compra. No tiene sentido invertir casi 80 millones en un vehículo de una marca con respaldo para que no respondan adecuadamente cuando es necesario.
Si alguien puede ayudarme, se lo agradeceré.