Es curioso que en los materiales promocionales solamente se mencione un motor diesel, el D4, pero en Unicentro estaba exhibida una D5 Momentum. Vale casi $200 millones.
Qué pinta se gasta por fuera. Sin embargo, me decepcionó un poco por cierta falta de atención al detalle en partes como la manija interna del portón trasero (cuyos plásticos tenían una muy fea rebaba y no encajaban bien, algo digno de carro chino de principios de la década) o los páneles de las puertas traseras. Los materiales, al menos en esta versión y con interior de color gris oscuro, no daban la sensación de calidad que sí tienen la los empleados en todas las versiones de la saliente X3, la anterior Q5 y la GLC. Toca ver la Inscription y la R-Design, que seguramente sí ofrecen los terminados que uno esperaría en una camioneta de ese precio.
Atrás hay espacio más que suficiente para las piernas y la cabeza. Los asientos son cómodos. No es la más ancha y en esta dimensión, creo que es mejor la GLC.
No son muy grandes los compartimientos para guardar cosas adelante.