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La cuestión con el control de calidad chino, desde el punto de vista del sentido común, yo lo veo de la siguiente manera: Será mucho más alto ese control y los estándares más ajustados a las normatividades internacionales, mientras los salarios y prestaciones de los empleados encargados de las fabricaciones de los productos sean directamente proporcionales a los de los otros países con altos estándares de calidad, como los europeos o norteamericanos. Para nadie es un secreto que la China socialista -al menos en sus empresas propias- explota a su sector manufacturero pagando salarios a destajo de HAMBRE, en las que solo se enriquecen indiscriminadamente sus dueños y/o el estado mismo, coadyuvando a que la doble moral del modelo socialista solo nos conlleve a concluir que es una farsa, pues igual la brecha entre los ricos -que los hay, y muchos- y pobres -ídem, y son la gran mayoría-, sea exagerada.
Bajo esos supuestos, en mi concepto será obvio que la calidad de productos chinos no será equiparable a la de otros paises con mejores garantías laborales y por ende mejores estándares de calidad. Todos los que nos hemos visto metidos en el cuento de las CERTIFICACIONES DE ALTA CALIDAD, sea a nivel que sea, y en cualquier empresa, sabemos que eso CUESTA dinero y preparación -mentalización del personal-, además que las certificaciones de calidad incluyen el aspecto del análisis a los niveles de ingresos y garantías de los empleados y eso será preponderante para que a una empresa se le autorice a llevar el sello respectivo que le avala su alto nivel de calidad.
Ellos -los chinos-, tendrán sus equivalentes a las normas "ISO", de eso estoy seguro, y las llevaran con orgullo en sus manufacturas, pero habrá que ver si tienen el mismo nivel de las internacionales estandarizadas bajo otros supuestos y rangos de exigencia.
Solemos comparar a los chinos con los japoneses, diciendo que en unos años los primeros tendrán sus productos al nivel de los segundos porque así les pasó a los nipones, pero eso es como comparar papayas con limones, pues para nadie es un secreto que las diferencias entre las dos culturas sobrepasan sus paradigmas políticos y económicos -que son muy diferentes-, para ser, sobre todo distantes, en la visión que sobre la CALIDAD, tienen, incluso, sobre los aspectos de su vida cotidiana. Y sabemos que eso no es propiamente una virtud de los chinos.