Me iría del país y me compraría una isla para desconectarme de la porquería de mundo allí afuera.
Creo que no necesitaría un carro, pero por si acaso, tendría 22 Kia Picanto (11 de un color, 11 de otro) en mi propia cancha de fútbol gigante para armar un cotejo sobre ruedas con mis amigos de vez en cuando.