Sinceramente no entiendo ese miedo que se ha desarrollado en contra de los carros nuevos, pero bueno, de eso ya se habló en repetidas ocasiones antes.
En el caso del Fiesta toca tener en cuenta que muchos de sus componentes son compartidos con el Mazda2, que ya tiene un par de años en el mercado, además, el Fiesta se lanzó internacionalmente en el año 2008, no es que sea un total debutante pues en Europa rueda desde un buen tiempo atrás.
A eso toca sumarle que el motor es una evolución de un bloque más que probado al venirse usando, también en mercados internacionales, desde la década pasada, con la diferencia de que ahora es más eficiente, mientras que la caja automática (otra novedad que puede generar desconfianza) ya se venía empleando, también desde 2008, en los Focus, lo que ya es un tiempo más que sobrado para aquellos que desconfían de los varios meses adicionales de pruebas de desarrollo antes de lanzar un modelo. Ni hablar de la mecánica.
Otra cosa, que un carro tenga más accesorios, por más que el sentido común lo indique así, no quiere que pueda molestar más, hay varios ejemplos de carros más básicos que son menos confiables que otros que vienen cargados con muchos elementos de equipamiento.