Saqué el carro a un paseo con amigos, e hicimos la ruta Cali-Buenventura pero por la vía de Queremal, Aguaclara y Sabaletas... ¡Una trocha bien trochita, pero unos paisajes hermosos! Sobra decir que el carro se comportó a la perfección, y eso que iba con el cupo lleno (4 adultos + conductor) y maletas.
Por cierto, al regresarnos de noche por la vía tradicional de Buenaventura a Cali, pasamos varios malos ratos. La vía está PÉSIMAMENTE señalizada, varios tramos están sin pintar (líneas), sin luz, y como están en obras (y además estaba de noche), llegan puntos en que uno no sabe por qué carril coger, por dónde girar, qué hacer. En un momento, llegamos a una parte donde parecía ser un paso a un sólo carril, pero la caseta del regulador ("paletero") estaba vacía y el camino parecía seguir... así que me detuve un momento, pero el regulador no aparecía en la caseta, así que seguí con mucha precaución; pero algo me palpitó y prefería orillarme un momento en una especie de berma a esperar si venían más carros en mi sentido o si -por el contrario- venían EN CONTRA de mi sentido... Bendito Dios, porque a los segundos salió una tractomula EN CONTRA nuestra. Al mismo tiempo, vi que por una carretera destapada paralela (que nos había parecido cerrada, bloqueada por esos grandes bloques naranjas) iba transitando un bus. Nos devolvimos y cogimos por dicha carretera -que parecía cerrada-... Y, efectivamente, ésta no era para transitar, si bien desembocaba más adelante en el puesto del otro regulador.
Yo, bastante molesto, me bajé en esta nueva caseta a reclamar que dónde c***jos estaba el paletero del otro lado, mientras uno de mis amigos sugería que tal vez estaba dormido, y la respuesta fue que "ah, de razón ese man no contesta el radioteléfono, estará durmiendo, ese man si no, no anda pendiente", y en frente de nuestros ojos, ahí mismito, vemos como el "man" le dice por el radio a nuestro interlocutor "Ahí bajan dos carros", mientras que este último le increpa "Pero yo acabo de mandar unas mulas, ¡usted no coordina!"... Y después que por qué hay accidentes... Lo mejor del cuento es que yo, confiando (una vez más) en que deben haber funcionarios buenos, llamé a poner la queja a la policía de carreteras... ¿La respuesta?: "Vamos a mirar a ver qué pasa".
Al otro día, otros amigos que iban en moto me contaron que les sucedió lo mismo: pésima señalización, no sabían por donde coger, se sentían perdidos y a la deriva.
No hay caso...
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