Parece absurdo que pidan fiadores habiendo pagado ya la mitad del costo del vehículo y más si se considera que el vehículo queda con prenda. Pero, hay que ver el problema desde el otro lado del prisma, porque resulta que la plata para pagar el carro, y por supuesto prestarle lo que hace falta pagar al nuevo dueño que va a estrenar su nave mientras los demás esperan, no sale del bolsillo de Chevyplan, sale del bolsillo de los demás clientes que con el pago de sus cuotas se financian mutuamente. Entonces, la compañía que administra el sistema tiene la obligación de garantizar a todos sus clientes que tiene las garantías suficientes para respaldar las deudas que finalmente son el patrimonio de todos los que participan en esos planes de autofinanciación.
Como en toda solicitud de crédito, hay que mostrar solvencia económica para cubrir la obligación a futuro. Mejor dicho, para que a uno le presten plata toca demostrar que no la necesita. :shock:
Si alguno, cliente o posibles fiadores que no siempre piden, aparece con malas referencias crediticias, por ejemplo reportado en DATACREDITO, no aceptan la garantía.
La experiencia de entidades como :arrow:
Autofinanciera y :arrow:
Chevyplan les ha mostrado que algunas personas piden prestado a otro tercero para completar lo de la oferta y después no pueden responder con las dos obligaciones.
Antes de hacer castillos en el aire, es mejor leer bien el contrato hasta entender el funcionamiento del sistema y las garantías que se deben presentar. Si revisan en la página de Chevyplan, encontrarán que el contrato tiene diez páginas, antes de firmar se debe leer con atención para entender como funciona el sistema y los compromisos que se adquieren.
Otro detalle para que sepan los que no conocen a esas empresas y lo tengan claro los clientes antes de entrar a esos sistemas: Esas empresas NO SON ESTABLECIMIENTOS DE CREDITO, no forman parte del sistema financiero y por lo tanto no son vigiladas por la Superintendencia Financiera. Son sociedades comerciales cuya vigilancia corresponde a la Superintendencia de Sociedades.
Si no se conoce el sistema o no se está seguro del funcionamiento, es mejor buscar otras opciones de crédito tradicional.