De la carrera de Montmeló se desprenden varias conclusiones, pues aunque no fue tan emocionante, dejó varias lecturas entre líneas
1. Ferrari tiene en Alonso uno de los mejores pilotos - lectores de su historia. La comunión que tiene él con el carro es única, sabe como llevarlo, como entenderlo e interpretarlo y esto, unido a su natural talento, lo convierten en un serio candidato al título.
2. Lo mismo pasa con Raikkonen. Claramente el Lotus está por debajo de Ferrari o Red Bull, pero el finlandés corre con la cabeza, con una calma absoluta va siempre agazapado y da el golpe en el momento justo. Casi nunca pierde un sobrepaso o una maniobar arriesgada, por eso siempre hay que contar con él. Grosjean sigue corriendo como achantado después de todo el bunde del año pasado.
3. Vettel no estuvo tan brillante como en otras fechas, pero al entender que no tenía con qué pelear la punta, prefirió correr con inteligencia sin desgastarse mucho y así mantuvo el liderato del mundial. De todas maneras, a esta carrera hay que ponerle un asterisco para que hagan un análsis exhaustivo a la hora de volver a un autódromo "normalito" (Mónaco es un cuento aparte) y cuadren lo que quedó suelto. Webber sigue dando lástima en las arrancadas, parece que partiera arrastrando un trailer del box.
4. Los Mercedes no dan pie con bola con las Pirelli. Es angustiante ver cómo van perdiendo fuelle con el paso de las vueltas y pierden todo lo ganado el sábado con 10 vueltas el domingo. No es suficiente la fogosidad e Hamilton y la rapidez de Nico para hacer algo digno. Preocupante, ahí tiene tareíta Ross Brawn.
5. Da pesar lo de Williams y McLaren. Dos equipos con semejante pedigrí hoy en día se dedican a dar vueltas y a arañarse puntos con Toro Rosso como si fueran cualquier Marussia o Caterham. Ojalá la inyección económica que se les viene sirva para volver a los lugares que les dieron la fama histórica que cargan
6. Sauber y Force India siguen en un punto intermedio, ni para atrás ni para adelante, solo chispazos pero nada contundente...Y tienen con qué.
Sigue Montecarlo, un desfile fashionista de buen ver, pero una carrera de transición hasta Montreal, donde seguramente seguirán viéndose avances, evoluciones o hundimientos definitivos.
1. Ferrari tiene en Alonso uno de los mejores pilotos - lectores de su historia. La comunión que tiene él con el carro es única, sabe como llevarlo, como entenderlo e interpretarlo y esto, unido a su natural talento, lo convierten en un serio candidato al título.
2. Lo mismo pasa con Raikkonen. Claramente el Lotus está por debajo de Ferrari o Red Bull, pero el finlandés corre con la cabeza, con una calma absoluta va siempre agazapado y da el golpe en el momento justo. Casi nunca pierde un sobrepaso o una maniobar arriesgada, por eso siempre hay que contar con él. Grosjean sigue corriendo como achantado después de todo el bunde del año pasado.
3. Vettel no estuvo tan brillante como en otras fechas, pero al entender que no tenía con qué pelear la punta, prefirió correr con inteligencia sin desgastarse mucho y así mantuvo el liderato del mundial. De todas maneras, a esta carrera hay que ponerle un asterisco para que hagan un análsis exhaustivo a la hora de volver a un autódromo "normalito" (Mónaco es un cuento aparte) y cuadren lo que quedó suelto. Webber sigue dando lástima en las arrancadas, parece que partiera arrastrando un trailer del box.
4. Los Mercedes no dan pie con bola con las Pirelli. Es angustiante ver cómo van perdiendo fuelle con el paso de las vueltas y pierden todo lo ganado el sábado con 10 vueltas el domingo. No es suficiente la fogosidad e Hamilton y la rapidez de Nico para hacer algo digno. Preocupante, ahí tiene tareíta Ross Brawn.
5. Da pesar lo de Williams y McLaren. Dos equipos con semejante pedigrí hoy en día se dedican a dar vueltas y a arañarse puntos con Toro Rosso como si fueran cualquier Marussia o Caterham. Ojalá la inyección económica que se les viene sirva para volver a los lugares que les dieron la fama histórica que cargan
6. Sauber y Force India siguen en un punto intermedio, ni para atrás ni para adelante, solo chispazos pero nada contundente...Y tienen con qué.
Sigue Montecarlo, un desfile fashionista de buen ver, pero una carrera de transición hasta Montreal, donde seguramente seguirán viéndose avances, evoluciones o hundimientos definitivos.