Es que todos los carros tienen su encanto. A mis 16 años yo me divertía como loco con el willys cj6 de mi papá 2.7 L 6 cil en linea con platinos y distribuidor convencional :-S. Imagínense la antigua vía al llano, bien estrecha que si era, llena de curvas por ir pegada a la montaña, camiones del mismo tamaño actual, con minúsculas rectas para poder adelantar, y usted con un carro de solo 3 cambios bien largos hacia adelante, y una primera marcha no sincronizada que necesitaba fuercita para poderla engranar con el carro en movimiento. En un sobrepaso apriete nalga hasta que quedan rojas, pise el acelerador a fondo con ganas de romper la lata y exprima ese motor... Si no fuera porque el tráfico era mucho menos del que tenemos ahora los sobrepasos hubieran sido prácticamente imposibles. Y vaya frene ese aparato: 4 campanas, sin booster, y que le lloviera y le tocara secar frenos.
No se botaba adrenalina de la emoción sino del susto.
Hoy en día ascender a Bogotá en un VAG turbo es toda una delicia. En mi caso los sensores, las cámaras, las pantallas, el mouse, el streaming por Bluetooth y demás pasan a un segundo plano: voy es pendiente de las levas, de las rpm, del punto de corte del turbo, del cambio, del tacometro, de la velocidad, de que los demás se fijen que me acerco más rápido y recalculen las distancias (cosa difícil para algunos conductores). En un atmosférico bueeee, alcanza para decir "pa' que pero anda bueno el carro para ese motorcito". hemos evolucionado mucho, pero es poco emocionante...