Compárenlo con lo que quieran por fuera, pero definitivamente por dentro no deja de ser lobísimo.
Quien diseñó la consola al parecer se inspiró en un juego de Pinball o en las grabadoras de los negros del Bronx; un tablero multicolor y además plateado por todo lado, gallo, lobo, no imagino un viaje en la noche con tanta cosa delante de mis ojos. Típico tablero de Pimp My ride, decepcionante en definitiva. Mejor dicho, solo le faltaron las borlas de lana en los marcos de las puertas y el tapizado en terciopelo encima del tablero, el perrito de la cabeza móvil y la manito atrás que despide siempre. ""Muy mañé".