Buen día amigos foristas, les entrego mis muy sinceras opiniones de este buen vehículo en su versión Sandero Expression
Diseño, en esto no voy a escribir mucho, ya todos conocen el gran cambio que ha tenido el vehículo, y como todo en este tema es algo muy personal, algunos insistirán en que es feo por ser Renault o que es un Dacia con rombo etc. Para mí es un diseño acertado y justo para un vehículo de este precio. Para el que dice que no es un verdadero Renault, lo invito a abrir el capot, validar el fabricante de motor, computador entre otros, seguro no verá marcas diferentes a Renault, valeo o Siemens.
Ahora bien, que si la versión Night & Day vale la pena… Al menos para el sandero SÍ; es un expression, incluye rines de aluminio, sensores de reversa, manijas de las puertas color carrocería, frenos ABS y un muy sobrio interior negro, con tapetes del mismo tono, no cabe duda que los mal contados 800.000 que pagas de más, ya te los han justificado de sobra en los extras.
Sobre el interior: El cambio es absoluto, los guarnecidos en puertas y el millaré tiene una superficie más atractiva a la vista, aunque al tacto sigue siendo el mismo plástico rígido y, por lo menos hasta ahora, el ajuste de las piezas es más que adecuado. No se siente ruidos en el interior. El confort es completo tanto para conductor como para pasajeros, se agradece mucho la regulación en altura de la silla y el volante, es fácil lograr una aceptable postura para el manejo; algunos critican que la posición de manejo tiende a ser un tanto elevada, pero en lo que a mí respecta, es una cómoda ubicación para andar en carretera (que es el principal uso que le voy a dar al vehículo). Eso sí, sobran más de 10 cm entre la cabeza y la capota, lo cual da buena medida de lo cómodo del habitáculo.
Por cierto, la iluminación del tablero es bastante atractiva, con un sobrio tono blanco, manecillas con un fuerte amarillo, y un computar abordo, con suficiente información, al estilo megane II; la verdad es que tener hasta consumo de combustible aproximado para un carro de entrada es más que agradecido.
En cuanto al Media Nav… no creo que fuese muy complicado optar por un sistema Android más versátil… no obstante, el sistema funciona muy bien, es fácil emparejar el teléfono móvil y el sonido es suficiente para alguien que no desee superar la regulación de decibeles. Si bien, no tiene muchas opciones para el sonido, es fácil conseguir una configuración aceptable, con buen cuerpo, aunque en medio y tonos altos hubiera querido contar con mejores opciones; tal vez cambiando los parlantes delanteros por un par de componentes, con twitter separados y ubicados en el millaré se podría mejorar notoriamente este aspecto (luego les comentaré al respecto cuándo haga unos pequeños cambios).
Ahora bien, entrando en materia, el vehículo nos lo entregaron el 22 de diciembre, ya en la noche, con pico y placa y todo, así que esperamos hasta que se pudiera salir y se hizo lo obligado en estos casos, tanquear a la siguiente cuadra, según el registro de la estación de combustible se agregaron 12,2 galones.
Ya al día siguiente salimos de Bogotá, rumbo Manizales, trayecto que permite probar un vehículo en toda situación.
Ahora bien, el vehículo prende sin dificultad alguna, en un instante se encienden los testigos y el computador regula la mezcla justa según condiciones de temperatura, presión atmosférica y otros factores para brindar condiciones de marcha inmediata.
Suspensión: Es bastante silencioso el andar en vías de ciudad, a velocidades permitidas, y la suspensión absorbe con justicia las irregularices del gastado asfalto capitalino, e incluso alivia un poco los nuevos reductores de velocidad que se han impuesto en cada cruce de la capital. (Sí, esos molestos “policías acostados” que ya hay de sobra en todo sector de la ciudad).
Dirección: Cuenta con una dirección asistida que si bien, no es la más suave del mercado, es fácil de manipular y a altas velocidades se siente firme y segura, las maniobras de parqueo se pueden hacer con suma agilidad. (Recordemos que el volante es regulable en altura lo cual ayuda a tener una mejor posición para el manejo del mismo).
Motor: Al principio tenía bastantes reservas sobre este aspecto del vehículo, pero les cuento que me ha sorprendido, si bien no está diseñado para hacer cuarto de milla, es un motor con un torque bastante agradecido, subí por el páramo de letras, con velocidades variantes entre 60 y 100 km por hora, sólo un camión a 5 km por hora me obligó a bajar a primera, en una cerrada curva, de resto, el andar es adecuado para esta topografía. En mi vehículo anterior (Renault twingo 16v) era normal que, para mantener un buen ritmo subiendo, debía anticipar la curva, cambiar a segunda, acelerar a fondo saliendo de la curva, y poner tercera, ya que la recuperación es casi nula en el twingo; por el contrario, en el Sandero, muchos tramos los subía entre tercera y cuarta, los sobrepasos fueron bastante fáciles de hacer, la segunda marcha fácilmente llega a las 5.000 rpm, el cambio a tercera es suave y rápido, y esta llega con generosidad a las 4.000 rpm sin comprometer el ritmo. La cuarta marcha es justa para una pendiente no muy pronunciada y la quinta marcha está hecha para desahogar el motor, es bastante fácil perder el registro de la velocidad y superar los 120 km/h, sin sentir extraños en el andar.
El regreso a Bogotá lo hicimos por la línea, salimos de Circacia a las 5:27 am, llegando a nuestro apartamento en Bogotá a las 10:00 AM, el cacharrito se portó aún mejor en este trayecto, la segunda y tercera marcha otra vez han sido el salvador en la vía, permitiendo administrar el torque entregado y el conjunto suspensión – dirección, permiten atacar estas angostas curvas a un paso superior a los 60 km/h, no hay sensación de sobreviraje o subviraje y el vehículo entra bastante bien en el estrecho trayecto.
50 minutos más tarde (después de haber arrancado de Circacia) ya habíamos pagado el peaje de Cajamarca, y en menos de dos horas nos encontramos en Ibagué, entramos a la ciudad, desayunamos, atravesamos el casco urbano y proseguimos la marcha.
Tratamos de probar velocidad tope, en la doble calzada, el vehículo con facilidad alcanza 150 km/h, ya a los 160 se empieza a notar que la suspensión y aerodinámica están llegando a su límite y por encima de los 170 es absurdo forzar más el vehículo, no estoy seguro de la velocidad tope pero sí está entre 170 y 175.
El último tramo, el agotador ascenso desde Melgar, que a muchos vehículos deja fuera de la batalla, fue más que aceptable, es fácil subir a 120 km/h, en cuarta marcha, si el tráfico lo permite (aclaro que por la hora en que salimos el tráfico fue demasiado ligero). Como anécdota, una Nissan Navara, de placas RFY484, matriculada a nombre de TUBOS Y PLASTICOS EXTRUIDOS SA, no pudo mantener el ritmo del Sandero y el conductor, quién desconozco su identidad, se salió por la berna del lado izquierdo y nos cerró para hacernos chocar contra un camión, es un asesino en potencia este señor, no obstante, rebajé un cambio (a tercera) aceleré a fondo y logré evadir el intento suicida de este señor. Obviamente lo dejé atrás, pero para no forzar más el vehículo disminuí la marcha y me detuve en un paradero para que este señor nos sobrepasara sin terminar lo iniciado.
Ya dejando atrás lo anterior, debo decirles que estoy más que satisfecho con el vehículo, el confort que entrega es insuperable en su competencia inmediata (Chevrolet sail), la motorización, la electrónica, los detalles de programación como el hecho de que al abrir cualquier puerta las luces estacionarias se activan de inmediato, la muy elegante ausencia de seguros de puertas al interior, y el espacio del habitáculo y maletero, hacen de este vehículo una muy acertada elección para el ya muy lastimado presupuesto del colombiano promedio (me incluyo).