¿Y ahora esto? No jodan, pero ¿qué están pensando?. Buscan cada truco para meter sus corruptas manos en nuestros bolsillos. ¡Por favor!
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Debaten impuestos 'escondidos' para el carro particular en el territorio nacional
Por:
REDACCIóN VEHíCULOS |
1:15 p.m. | 20 de Febrero del 2015
Si aprueban el Plan de Desarrollo, habría una sobretasa a los parqueaderos y cobros por congestión en las ciudades que tengan más de 300.000 habitantes.
Carlos A. Camacho Marín
Subeditor Vehículos
Al frondoso árbol en que se convirtió el Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018 ‘Todos por un nuevo país’, le colgaron un artículo que en la práctica crea un nuevo impuesto que afectará el bolsillo de los dueños de vehículos particulares: una sobretasa a los parqueaderos.
Esa ‘contribución por el uso de garajes o zonas de estacionamiento’, como la llama el Gobierno en el texto del Plan de Desarrollo, fue descubierta esta semana por el representante Carlos Guevara en medio del nutrido follaje del proyecto de ley que consta de 206 artículos.
Ni más ni menos, ese artículo les permitirá a alcaldes y gobernadores cobrar, en el caso de Bogotá, 3.600 pesos adicionales a lo que un usuario pagaría por una hora de parqueadero.
En plata blanca, eso quiere decir que si como ocurre hoy en algunos negocios de Bogotá, en los cuales cobran tarifas de 95 pesos por minuto, al final el usuario pagaría 9.300 pesos por hora. En el mejor de los casos, la hora costaría 6.480 pesos.
El cálculo de la tarifa que proponen surge del valor promedio de dos pasajes del servicio de transporte público del municipio o distrito. En Bogotá, por ejemplo, ese valor es de 1.800 pesos en TransMilenio. El valor final del ‘impuesto’ no podrá superar el de dos pasajes en promedio.
¿Para dónde va esa plata? Al igual que ocurre con las estaciones de gasolina y el cobro de la sobretasa, los parqueaderos se convertirán en ‘recaudadores de impuestos’, o ‘agentes retenedores’ como prefiere llamarlos el Gobierno.
El dinero del nuevo impuesto se destinará para contribuir a la financiación y sostenibilidad económica de los sistemas de transporte público como el Sitp, TransMilenio o el metro.
El temor de muchos es que estos impuestos terminan siendo fijos, como pasó con la sobretasa a la gasolina, pero las contraprestaciones para quienes los pagan no se ven. “Si esto se aprueba será bueno para los alcaldes, una medida como esta para ellos es un bocadillo. La concepción es loable, que esa plata ayude a financiar esos sistemas, pero si no hay vías y no hay metro, ¿cómo les van a meter mano a los dueños de carros?”, dijo el representante Carlos Guevara, quien además es uno de los promotores de un proyecto de ley que busca regular el servicio en los parqueaderos del país.
Más cobros
La sobretasa a los parqueaderos no es el único impuesto que se está debatiendo para su aprobación en el Congreso de la República. El Gobierno nacional le ‘cogió la caña’ al alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, quien hace poco más de un año fue objeto de amplias críticas por su propuesta de cobros por congestión o ‘peajes urbanos’.
En el Plan de Desarrollo, el gobierno acogió la figura de los cobros por congestión y contaminación y pretende darles vía libre a los alcaldes de ciudades o municipios con más de 300.000 habitantes para que ellos puedan implementarlos.
La idea es cobrarles a los automovilistas por “uso de áreas de alta congestión, de alta contaminación o de infraestructura construida para evitar congestión urbana”.
Al igual que con la ‘sobretasa a los parqueaderos’, los usuarios pagarían cada vez que entren a una zona de alta congestión un promedio de dos pasajes del servicio de transporte público en el municipio o distrito.
El costo será asumido por el conductor o propietario del vehículo y también se tendrán en cuenta variables como el tipo de vía, el tipo de servicio del vehículo (particular o público), el número de pasajeros o acompañantes y los meses y días del año y horas determinadas de uso.
Los recursos captados por el uso de áreas de alta congestión, según el texto del probable Plan de Desarrollo, “se destinarán a financiar proyectos y programas de infraestructura vial, transporte público y programas de mitigación de contaminación ambiental vehicular”.
Estas propuestas están ahora empezando sus primeros debates en las comisiones económicas del Senado, y en junio, cuando termine el actual periodo legislativo, el Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018 ‘Todos por un nuevo país’ debe estar aprobado.
Lo más probable es que estos nuevos ‘impuestos’ sean aprobados, primero porque el Gobierno tiene mayorías en el Congreso, y, segundo, dados la falta de recursos y problemas que enfrentan los sistemas de transporte masivo en varias ciudades del país, los congresistas no les negarán su voto. Pero también hay quienes aseguran que el Plan de Desarrollo no puede ser una reforma tributaria para crear más impuestos.
La ley de parqueaderos
Desde el pasado 14 de enero, el Distrito y los operadores de parqueaderos que funcionan en centros comerciales se trenzaron en una disputa luego de que la Alcaldía les dijera que no pueden cobrar más de 48 pesos por minuto de parqueo y que deben ser controlados por los alcaldes locales.
El representante Carlos Guevara, del Movimiento Mira, quien es el ponente de un proyecto que busca poner orden, sostiene que debe haber reglas claras de juego, seguridad jurídica y corresponsabilidad de los privados que explotan este negocio. Pero el asunto no es fácil. Los empresarios sostienen que este no es un servicio público, pero hay quienes opinan y están convencidos de que debe tener controles y establecer un estatuto de protección al usuario.
Guevara asegura que en Bogotá hay unos 60.000 cupos de parqueo, de los cuales 48.000 están en manos de privados. Y plantea, a propósito de la sobretasa que quiere imponer el Gobierno, “que debe haber una corresponsabilidad con la ciudad, prestar buen servicio, tarifas justas y que sus utilidades no se inviertan en la copropiedad sino en los accesos, en mejorar la movilidad en sus alrededores”.
Guevara denuncia que hay alta informalidad en la prestación del servicio. “Son pocas las empresas que tienen sus documentos en regla y eso hace que se presenten irregularidades. En Bogotá no hay un inventario de parqueaderos y cualquier lote o casa que tumban lo habilitan como parqueadero”.
Por último, asegura que en Bogotá hay 18.000 cupos de parqueo en las vías que podrían generar recursos, pero las bahías no han sido habilitadas. “Llegó el momento de ampliarlas y destinarlas para autos, bicicletas y motos”.