Entre los 10 equipos con más plata de Nascar, el de Montoya es noveno
El primer lugar lo ocupa Hendrick Motorsports, del actual campeón de la serie, Jimmie Johnson, con US$350 millones, mientras que el de Montoya, el Earnhardt Ganasssi Racing, vale US$70 millones.
Estas cifras, reveladas por los equipos y analizadas por un equipo de investigación de la revista 'Forbes', se basan en los ingresos por concepto de publicidad, patrocinios, resultados, dinero obtenido y contratos de televisión, entre otros.
El valor de un equipo va por un lado diferente a lo que ganan los pilotos de la serie Nascar Sprint Cup, el segundo deporte más visto por los fanáticos de Estados Unidos después del fútbol americano.
Este año, el piloto que más dinero ha cosechado en premios en las primeras tres válidas de la temporada, que son independientes del salario que acuerden con el equipo, es el compañero del colombiano Juan Pablo Montoya, Jamie McMurray, con 1'823.420 dólares (la carrera que ganó McMurray, la de Daytona y primera de la temporada, entrega un millón de dólares al ganador); le siguen Kevin Harvick, con 1'160.630 dólares, y Jimmie Johnson, con 1'128.420 dólares, mientras que el bogotano figura en la mitad de la tabla, con 639.772 dólares.
La diferencia en ganancias en premios este año entre Montoya y los punteros va por cuenta de las dos últimas carreras, que no han sido benévolas con el colombiano, pues terminó en el puesto 37 en ambas, una por fallas en el motor y otra porque fue embestido de lado por su compañero de equipo en la pasada competencia de Las Vegas.
Y volviendo al tema de los equipos, la revista 'Forbes' cita que la serie Nascar Sprint enfrenta bastantes desafíos en materia financiera, entre ellos un declive del 13 por ciento en la audiencia por televisión durante el 2009 y una lucha tremenda de los equipos más pequeños por sobrevivir.
Incluso, el de Ganassi, antes de fusionarse con el Earnhardt Racing, tuvo que prescindir de los autos de Aric Almirola y Dario Franchitti por falta de resultados y patrocinadores.
Por su parte, los mejores resultados se aprecian -¿acaso coincidencialmente?- entre los equipos con más músculo financiero. Por ejemplo, los 'muchachos' del Hendrick Motorsports (Jimmie Johnson, Mark Martin, Jeff Gordon y Dale Earnhardt Jr.) ganaron 13 de las 36 válidas.
Dicha capacidad económica se ve reflejada también en el número de carros que un equipo puede mantener, como los cuatro de Hendrick contra los dos del equipo Earnhardt Ganassi Racing.
El hecho de tener más de dos vehículos en pista, dicho sea de paso, fortalece a un equipo, pues se recoge mayor cantidad de información sobre puestas a punto, llantas y demás temas técnicos, que finalmente redundan en buenos resultados en las carreras y en guiños de los patrocinadores, quienes a su vez logran una mayor exposición de sus marcas y logos.
En la operación de cuatro vehículos también se ahorran otros gastos que tienen que ver con el aspecto técnico de los vehículos; es una pequeña economía de escala: a mayor número de vehículo, mayor optimización de los recursos.
La revista 'Forbes' estima que el valor promedio de los primeros 10 equipos del listado cayó, del 2008 al 2009, un 6 por ciento, de 158 millones de dólares en el 2008 a 148 millones el siguiente año.
Otra de las movidas que se presentan en la categoría Nascar Sprint es el cambio de patrocinadores. Muchos van y vuelven, o simplemente se van y no regresan, como le sucedió al equipo de Juan Pablo Montoya con Havoline, mientras que otros 'sponsors' cambian de equipo, como le pasó a Tony Stewart, quien desde el 2008 se volvió dueño de equipo y piloto a la vez, al tiempo que se llevó consigo a firmas patrocinadoras como Old Spice y Office Depot.
Para ahorrar costos, equipos como el Stewart-Haas Racing prefieren contratar la fabricación de los motores por unos 4 millones de dólares al año por carro, en lugar de construir la infraestructura para ensamblarlos ellos mismos.
Por ello se dice que el equipo Hendrick Motorsports no se limita a los bólidos de 'Junior', Gordon, Johnson y Martin, sino que tiene como 'hijos adoptivos' a los dos de Stewart Haas Racing.
Hay que agregar que el hecho de que a un piloto le vaya bien en la clasificación general es directamente proporcional al aumento o disminución del valor del equipo.
Por ello, la escuadra del colombiano Montoya se dio un 'champú' ante los patrocinadores por haber clasificado al bogotano al 'chase', que es la etapa final del campeonato, en la cual solo 12 pilotos tienen la posibilidad de llevarse el título y cuya inclusión en la élite de los 12 es, de por sí, todo un logro para cualquier equipo.
Los analistas de 'Forbes' estiman que las ganancias promedio de los equipos del 'top 10' bajaron de valor del 2008 al 2009, de 12 millones a 7 millones de dólares, es decir, un 36 por ciento.
Una de las estrategias de los 'capos' de Nascar para reducir costos, teniendo en cuenta que la crisis financiera se sintió con más fuerza durante el 2009, fue la de reducir el tiempo de las prácticas en pista y desarrollar el 'Carro del mañana' (el modelo que se utiliza en la actualidad), que es más estándar y económico de mejorar; esto, no obstante, no ayudó a cerrar la brecha entre las billeteras de los grandes equipos y los chicos.
Mauricio Romero / Editor Portafolio.com.co / Con información de 'Forbes' y Nascar