***Hace un mes me echaba un tranquilo motoso en mi cama***
Suena el celular.
-¿Habló con el señor ***mi nombre***?
-Sí
-Mira, te llamamos de (***nombre de la empresa***), ¿El viernes pasaste una factura cierto?
-Sí (ya más despierto)
-Lo que pasa es que por un nuevo requisito por aportes a yonoséquehpnuevoimpuesto no podemos recibírtela, te la tendremos que devolver y tendrás que hacer unas diligencias.
-(en mi mente anticipaba una enorme desgracia económica para los días venideros).
Hoy, un mes después, hay dos pagos acumulados, las dichosas diligencias que me obligan a ir de un lado a otro en nombre de que me saquen aún más plata de la factura de prestación de servicios al mes depende de otro papel que me tienen que sacar en la mencionada empresa. Cuando llamé a solicitarlo, me dijeron, tres extensiones después repitiendo la misma carreta, que lo tendrían para "finales de la próxima semana", cuando la diligencia de la cual depende ese papel sólo se puede hacer de miércoles a viernes por alguna política extraña de Coomeva, así que otra semana más.
Y uno llevado del p·%&·$.
¿Será que uno le puede decir a la niñita de Telmex que lo llama insistentemente a uno que haré el pago a finales de la próxima semana?
¿Será que a la hora de embutirme a una estación de Transmilenio puedo decir que les pago el pasaje a finales de la próxima semana?
¿Será que a la hora de echarle gasolina o pagar un peaje para los carros que ven en la portada de acá le tendría que decir a la persona que me atiende que le pago a finales de la próxima semana?
Desgraciada la vida del freelance, estoy mamado de que cada cierto tiempo se inventen algo nuevo para que la teórica plata que a uno le entra se desaparezca por montones antes de si quiera entrar a la cuenta y para colmo uno tenga que padecer vueltas que toman horas para eso.