Para calmar un poco los ánimos, quisiera decir que Bogotá es muy bonita y la mayoría de su gente también lo es, sin embargo es innegable que en esta ciudad se vive el fenómeno de las grandes capitales del mundo y es que pocos la sienten suya, pues la mayoría de personas son foráneas, de ahí que sea muy raro encontrar bogotanos puros, es decir, que toda su familia hayan sido de Bogotá y lo sigan siendo, por eso, se hacen visibles en ocasiones los regionalismos, pues muchos viven aquí por trabajo u estudio pero anhelando sus municipios o ciudades intermedias.
Creo que también por el mismo fenómeno muchos no cuidan las cosas de Bogotá, no son educados ni amables con ella y no se compadecen con su aseo y limpieza, pues al no sentirla como suya no la cuidan a pesar de que viven aquí. Sé que a muchos el clima, el smog, el ruido, el tráfico, la sobre población y el caos de Bogotá no les gusta, pero si vivimos o estamos en Bogotá es por algo. No soy de Bogotá y sé que al compararla con otros capitales que conozco no es la más ordenada, pero ella y su gente tienen algo que no encontré en otro lugar y por eso regresé a vivir aquí, a tal punto, que si voy a otra lo hago sólo de vacaciones y si me tardo más de lo debido la termino extrañando.
Así que quisiera invitarlos a que imaginemos y sintamos a Bogotá como nuestra casa, para que la cuidemos, seamos limpios en las calles y en el caso de quienes conducimos, seamos lo más respetuosos con las normas de tránsito para hacer más amable la circulación de la ciudad, logrando cada uno con su comportamiento que el caos se transforme en amabilidad y tranquilidad.