Un niño estaba rezando antes de acostarse y el papá lo veía desde afuera del cuarto.
El niño decía:
- Por favor, protege a mi papá, a mi mamá, a mi perro, a mi abuela. Adiós, abuelo.
Al día siguiente, se murió el abuelo.
Seis meses después, nuevamente el niño rezaba al pie de su cama y su papá lo escuchó decir:
- Por favor, protege a mi papá, a mi mamá y a mi perro. Adiós, abuela.
Al día siguiente, se murió la abuela.
Seis meses más tarde...
- Por favor, protege a mi mamá y a mi perro. Adiós, papá.
Cuando el papá oyó eso, y ante lo que había sucedido en el pasado reciente, el tipo se puso pálido, no sabía qué hacer ni dónde meterse. Al día siguiente, el señor evitó manejar hacia la oficina, no quiso salir a almorzar por fuera, prácticamente no se levantó de su puesto. Hizo todo lo posible para no arriesgar su pellejo.
Por la noche, llegó a la casa y sin mediar palabra, le dijo a su mujer:
- Amor, perdóname si no hablo mucho, pero tuve un día terrible, estoy agotado.
La señora le responde:
- Día terrible el que tuve yo. ¿Sabías que vino el lechero y se murió en la puerta de la casa? Y preciso me tocó a mí llidiar con eso...
El presidente ecuatoriano Rafael Correa, llega a la China con su esposa, su hija y su suegra.
Antes de entrevistarse con el Primer Ministro de la China, tuvo que ser recibido por el secretario del Primer Ministro, a quien le dijo:
-"¡Mucho gusto ! Yo soy Rafael Correa, esta es mi esposa, la señora Correa, mi hija, la señorita Correa y esta señora no es Correa, pero es la mamá."
El secretario llevó a la familia Correa ante el Primer Ministro y los presentó:
-" Señol Ministlo, el señol Culea, la señola Culea, la señolita Culea, y la otla señola, no Culea, pelo mama."