A mí me gusta, de todas forma, y aunque la garantía se termine, seguir haciendo las revisiones periódicas correspondientes, sea en el concesionario mismo, o en un taller especializado en la marca con técnicos idóneos y que hagan las mismas intervenciones que ella regla. Así se mantiene el carro en condiciones óptimas hasta que uno lo venda y otorga confianza al comprador el hecho de entregarle la carpeta con todos los papeles de mantenimiento. No hay nada peor que dejar el carro en manos de talleres hechizos o de solamente hacer el cambio de aceite sin contar con las otras revisiones y/o intervenciones que por norma hay que hacer en los respectivos kilometrajes, pues por ahorarrarse unos pesos, puede salir más caro el caldo que las tajadas.