Quiero informarles la mala experiencia que he tenido con el servicio de taller en Janna Via 40 Barranquilla. La experiencia ha sido negativa y decepcionante desde el primer momento que llegué a la zona de entrega, ya que a pesar que no había fila ni congestión de autos ingresando al taller, y los mecánicos estaban claramente disponibles porque hasta me dieron la bienvenida y me saludaron, no me quisieron recibir el carro por el simple hecho que no tenía cita. Acatando el requerimiento de sacar una cita, ésta fue programada para la semana siguiente a la que asistí puntualmente y, lastimosamente, como era de esperarse, no sirvió ya que la fila de entrega de autos llegaba hasta la otra cuadra mientras que la respuesta de los responsables fue: “haga la fila”, a pesar de tener la inefectiva cita con hora. Solo después de hablar con la responsable de las citas y comentarle cómo fracasó su proceso, me pudo colaborar agilizando la prueba de ruta con un mecánico que “nos hizo el favor”, para que luego de la prueba pudieran recibir mi auto inmediatamente.
Una vez ingresado el auto comienza la incertidumbre: pasaron los días Lunes 19 de Enero, Martes, Miércoles y hasta Jueves, llamando en la mañana y en la tarde de cada día para averiguar si habían podido revisarlo, diagnosticarlo, obtener tiempo estimado, a lo que la respuesta siempre era: “está en revisión, estamos desmontando, estamos probando”. Nuevamente, fue necesario recurrir al apoyo extra (lease: palanca) llamando al director de taller personalmente para que pudieran concretar el diagnóstico, es decir, si el cliente no está presionando ni pidiendo que hagan los trabajos, ahí se queda el carro por un tiempo indefinido. Finalmente, el Jueves 22 en la tarde me informan que pudieron desmontar el amortiguador y detectaron que éste necesitaba cambio por un defecto. El hecho de que este dañado, y lo vayan a cambiar me tiene sin preocupación ya que el carro está en garantía y queda el precedente de que tiene un defecto; lo interesante es que tardaron 4 días para decir esto (¿cuánto demora diagnosticar un amortiguador dañado?), por lo que el pedido del reemplazo se pronosticó para la semana siguiente con fin de semana de por medio logrando con éxito dejar al cliente además de los 4 días que ya lleva sin auto, 3 días más por un envío de partes con domingo.
Finalmente el lunes siguiente en la mañana, 26 de Enero, me informan que el repuesto llegó y fue montado al carro por lo que en la tarde del lunes se genera la expectativa que lo entreguen, faltando la prueba de ruta final. Sin embargo, como es de esperarse en todo este viacrucis de servicio, aún estoy aquí esperando a que me informen que sí hicieron la prueba y que puedo pasar por el carro. Como ya se volvió de costumbre, nadie responde ni da luz sobre la prueba faltante y, otra vez, llamando al director del taller, me actualiza que ahora sí (osea, que antes no… ) el carro está en prueba de ruta. Faltan 10 minutos para las 6:00pm del Lunes 26, por lo que tengo la certeza que ya no me van a llamar ni a entregar el auto hoy, y al realizar la llamada recibo otro típico “mañana sí”, como toda la comunicación que informa este taller, con el que sin darse cuenta, se pasa la semana entera.
Este tipo de servicio es muy decepcionante. Compré el Ford pensando que era diferente, por ese tema de la atención y un supuesto ambiente de cercanía sintiéndose bien recibido al llegar al concesionario, pero la verdad solo sentí eso cuando fui a cotizar el carro, porque justo después de comprado empezó la realidad, desde la entrega del auto el vendedor no estuvo presente y prácticamente me lo entregué yo mismo (para profundizar en esto, léase la encuesta de satisfacción de la compra), pasando por la recepción del auto en la cita del taller ya descrita, y finalmente en la devolución del carro con los ajustes y repuestos de garantía, donde nuevamente y finalmente, me lo entregué yo mismo porque nadie en el taller me informó de lo que hicieron ni de lo que cambiaron, simplemente alguien firmó una orden de salida y me la entregó, sin un “hasta luego” ni un “y que vuelva”, ni un resumen de los cambios, ni la prueba de ruta (porque el probador no estaba), en fin , 8 días después y pasado todo lo descrito aquí, el carro esta otra vez en mis manos sin saber qué tenía y qué le hicieron. Asumiré que está bien.
Todas estas experiencia simplemente corroboran que el servicio de Janna es cualquier otro servicio más, con la típica falta de conocimiento sobre cómo tratar al cliente, cómo reducir el esfuerzo del cliente, aumentar satisfacción y ahorrar costos, pero peor aún, dejando evidencias plasmadas de que sin contactos, ni presión, ni palanca no se resuelven los casos y le causan al cliente el mayor esfuerzo posible para cualquier trámite con su carro, dejando la sensación que el cliente “recibe favores” en vez de un servicio.
Mis preguntas para ustedes son: si yo no conociera al dueño, ¿dónde estaría mi carro hoy? ¿Qué pasa con los carros de la gente que no conoce al dueño? (la vez pasada hablé con una clienta que tenía un fiesta hace 1 mes en el taller, para cambiarle un vidrio, yo solo me quede callado y pensé “menos mal tengo alguien a quien llamar a presionar y que me ‘haga el favor’ de agilizar”) ¿Cuál será el tiempo promedio por carro y esto cómo se traduce a los costos diarios que pierde el taller? ¿Cuántos carros por día están atiende cada técnico, y quien será el que atiende más y menos? ¿Qué clase de entrenamiento se le brinda al personal sobre cómo evitar los errores que impactan al negocio, que impactan al usuario y los que son simplemente de cortesía y empatía con el cliente, recordando que cada error de estos se traslada a perdidas monetarias, de insatisfacción y de esfuerzo?… Y para mí, si me preguntaran, NO RECOMIENDO FORD… stay away.