El carro:
Salieron a relucir de nuevo los ya conocidos defectos y virtudes del Lancer.
Las virtudes como siempre fueron su tenida y estabilidad, tanto en curvas como lineal, donde carros equivalentes con mucha más potencia más recientes quedaban relegados en los tramos revirados, los vientos cruzados no fueron un problema en la vía al mar, la altura al piso se vió resentida al estar cargado a tope, pero tampoco fue algo insufrible, si acaso uno que otro raspón en algunos policías acostados.
En el viaje de vuelta nos tocó mucho de noche, ayudaron mucho las excelentes luces que tiene, con muy buena cobertura hacia los lados a pesar de no contar con exploradoras, las plenas tienen muy buen alcance.
La falta de ABS se hizo patente en dos ocasiones, en una, la peor, en un pueblo en el Cesar, donde ibamos en plena aceleración a unos 90 cuando de la nada apareció un policía gigantezco sin ninguna señal de aviso ni pintura que lo identificara, estaba camuflado en la vía, el chillido de las llantas creo que asustó a medio pueblo, y la brusca desaceleración desapareció cuando bloquearon las llantas, mi hermano bombeó el pedal para que dejaran de patinar y el golpe no fue tan brusco, sólo pegó el gancho de remolque adelante. En otra, la carretera, que por cierto tenía muchos tramos en obras, pasó de una vía en perfecto estado a una repentina trocha, acá sólo bloqueó botando tierra sin chillar.
Sus modestos 75 caballos reviven a la altura de la costa, pero ya en Bogotá va muy quedado después de sentirlo en todo lo que puede dar, sus relaciones largas no ayudan, (se alcanzaron los 125 en tercera), es muy poco motor para tanto chasis.
Los consumos fueron algo que delató la tecnología y la edad de su motor, pues este 1.3 12v no es el de los GLi de los New Lancer, pues al ser de los primeros que sacaron con esta carrocería en el 96 conservaban la planta motríz de los Lancer redondos anteriores de principios de la década pasada, es decir, inyección monopunto y algo menos de potencia con respecto a los GLi.
El consumo promedio fue de 38,4 kilómetros por galón, el mejor registro fue de 43,2, el peor fueron unos nefastos 34, la primera tanqueada, con la reserva encendida, fue de 11,6 galones, nunca se dejó bajar mucho la aguja (se tanqueaba cuando ya bajaba unas rayas abajo de un cuarto), sólo una tanqueada fue en una de esas estaciones en medio de la nada con una máquina de medida análoga muy poco confiable.
El carro empezó el viaje con 186,835 km, al volver a Bogotá se le agregaron en total 2,067 kilómetros.
Saludos....................
Salieron a relucir de nuevo los ya conocidos defectos y virtudes del Lancer.
Las virtudes como siempre fueron su tenida y estabilidad, tanto en curvas como lineal, donde carros equivalentes con mucha más potencia más recientes quedaban relegados en los tramos revirados, los vientos cruzados no fueron un problema en la vía al mar, la altura al piso se vió resentida al estar cargado a tope, pero tampoco fue algo insufrible, si acaso uno que otro raspón en algunos policías acostados.
En el viaje de vuelta nos tocó mucho de noche, ayudaron mucho las excelentes luces que tiene, con muy buena cobertura hacia los lados a pesar de no contar con exploradoras, las plenas tienen muy buen alcance.
La falta de ABS se hizo patente en dos ocasiones, en una, la peor, en un pueblo en el Cesar, donde ibamos en plena aceleración a unos 90 cuando de la nada apareció un policía gigantezco sin ninguna señal de aviso ni pintura que lo identificara, estaba camuflado en la vía, el chillido de las llantas creo que asustó a medio pueblo, y la brusca desaceleración desapareció cuando bloquearon las llantas, mi hermano bombeó el pedal para que dejaran de patinar y el golpe no fue tan brusco, sólo pegó el gancho de remolque adelante. En otra, la carretera, que por cierto tenía muchos tramos en obras, pasó de una vía en perfecto estado a una repentina trocha, acá sólo bloqueó botando tierra sin chillar.
Sus modestos 75 caballos reviven a la altura de la costa, pero ya en Bogotá va muy quedado después de sentirlo en todo lo que puede dar, sus relaciones largas no ayudan, (se alcanzaron los 125 en tercera), es muy poco motor para tanto chasis.
Los consumos fueron algo que delató la tecnología y la edad de su motor, pues este 1.3 12v no es el de los GLi de los New Lancer, pues al ser de los primeros que sacaron con esta carrocería en el 96 conservaban la planta motríz de los Lancer redondos anteriores de principios de la década pasada, es decir, inyección monopunto y algo menos de potencia con respecto a los GLi.
El consumo promedio fue de 38,4 kilómetros por galón, el mejor registro fue de 43,2, el peor fueron unos nefastos 34, la primera tanqueada, con la reserva encendida, fue de 11,6 galones, nunca se dejó bajar mucho la aguja (se tanqueaba cuando ya bajaba unas rayas abajo de un cuarto), sólo una tanqueada fue en una de esas estaciones en medio de la nada con una máquina de medida análoga muy poco confiable.
El carro empezó el viaje con 186,835 km, al volver a Bogotá se le agregaron en total 2,067 kilómetros.
Saludos....................