Pero la supuesta eficiencia se va al traste con una gasolina de hace 20 años que ni debería venderse. Lo triste es que todas las marcas, salvo algunas excepciones, dicen que pueden echarle corriente, más porque para el colombiano ponerle Extra a un carro es un crímen (y los abusivos precios de los combustibles no es que ayuden mucho).
El forista turbochips tiene una información bastante útil de los cambios de funcionamiento del 1,6 de un Soul con corriente y con Extra, lo que es de esperarse pueda reflejarse también en el 2,4, pues al parecer hay motores más sensibles que otros al hacerlos funcionar con nuestro guarapo local. Ojalá se aparezca por aquí, porque esa Sportage está comiendo como una Captiva V6 (supongo que el dato es en ciudad).