Lo que quieren es posicionar algo muy barato a costa de lo que sea, porque el Clio II, contrario al Twingo, no fue tan rompedor como para alargarle la vida comercial así. De hecho, su espacio interior está a la altura o hasta peor que los segmento A modernos. En aspectos ergonómicos ya se nota que es un carro de hace dos generaciones, jamás me sentí a gusto con la posición de manejo ni mucho menos con esas sillas blandengues... y dudo que eso cambie con el Campus.