Dicen los que saben que detras de la aparente prosperidad de Argentina, lo que hay es una bomba de tiempo y un sistema insostenible...
Saben una cosa, el sistema de Kirchner y el de Menem tienen en comun que favorecen enormemente la importación de vehículos, en la época de Menem con el tipo de cambio 1 a 1 (un peso argentino igual a un dólar) fue el momento en que los argentinos lograron disfrutar de comprar los más recientes lanzamientos mundiales al alcance de sus bolsillos, mientras las fabricas de carros locales solo reaccionaron a las importaciones hasta finales de la década de los 90, cuando hicieron grandes inversiones para modernizar sus lineas de vehículos, pues si recuerdan hasta esa década todavía se producian en dicho país automoviles de los años 70 como el Renault 12; que fue descontinuado en 1994, y el Peugeot 504; cuya última unidad salio en 1998.
Con Kirchner sucede algo similar, ustedes saben que Argentina tiene problemas de alta inflación desde el 2005 y esto ha favorecio a los carros importados pues con los precios al productor tan altos las fabricas de vehiculos no pueden producir carros a precios competitivos y de paso han perdido muchos mercados de exportación, aunque han abierto otros como el nuestro pues aquí todavia tenemos proteccionismo a carros de otros mercados que no sean México, CAN y Mercosur; este bloque tiene aranceles muy reducidos, y por eso han decidio aprovechar la oportunidad y además porque el peso argentino se esta devaluando fuertemente desde el año pasado por una fuga de capitales. Durante el periodo 2005 a 2010 la moneda se mantuvo estable, pero no favorecio a la importación de vehículos de terceros paises pero sí a los del Mercosur y Mexico con los que hay arancel 0, aunque en los años 2009 a 2010 el efecto de las devaluaciones de principios de la década pasada ya se habian revertido y compensados por la alta inflación, los vehículos importados de Europa lograron entrar a precios relativamente competitivos, como por el ejemplo el Renault Megane III, los Seat, entre otros, pero con la masiva fuga de capitales que viene desde finales del 2010, al gobierno le toco frenar tanta llegada de carros con la no renovación automática de licencias de importación y han tratado de llegar a acuerdos con las fabricas instaladas en Argentina para que por cada carro exportado se importe uno, y a las importadoras les toco meterse en otros negocios fuera del ramo automotor para exportar productos y recibir dólares para mantener sus operaciones ya de por sí limitadas.