Buena noche amigos. Lo que debía haber sido los momentos más felices para la familia a la hora de comprar carro (y en especial en ésta ocasión que decidimos que fuera nuevo), se convirtió en lo más desagradable que nos ha pasado.
La historia es muy larga porque de todo nos ha pasado, pero voy a tratar de resumir el cuento; Vivo en Bucaramanga y hace 2 meses fuimos al único distribuidor de Suzuki que hay en la ciudad a comprar la Vitara Live 2019, aquí no tenían ni la versión mecánica ni el color azul que desde un principio queríamos, por lo que viajé a Bogotá y encontré en Derco calle 13 lo que estaba buscando, hasta me la entregaban en Bucaramanga con todos los accesorios prometidos, por lo que quedamos con el asesor que iba a empezar con los tramites correspondientes.
Ese día mi esposa me dijo que la llamaron a decirle que ya habían llegado cara nueva con bonos de descuento por lo que regresé porque me parecía mejor comprarla acá. Después de una cháchara barata de la gerente comercial de Suzuki Bucaramanga no se como hizo para convencernos que la azul no era un color comercial y que tenía una gris galáctica para entrega inmediata, como bobos fuimos abonando $1.000.000 que nos exigían para asegurar el negocio y salimos de allá pensando en que pronto íbamos a estrenar camioneta.
A los pocos días me llamó JULIAN HERNANDEZ el asesor de Bogotá a decirme que ya tenía lista la azul para entrega en 10 días hábiles (tengo que decir que es una excelente persona, no he conocido asesor más sincero, responsable, comprometido y cumplido con lo que dice) por lo que yo le empecé a sacar el cuerpo y no sabía como decirle que ya había hecho negocio acá. En esa misma semana llamaron a decirle a mi esposa que el color gris que "habíamos escogido" lo vendieron y sólo quedaba blanco y plateado para entregar en marzo por lo que yo inmediatamente fui a retractarme de la compra y solicitar la devolución del dinero, el cual entregaron en cheque una semana después, le descontaron el 4 por mil y $20.000 más dizque por haber usado el datáfono.
Empezamos nuevamente la negociación con Julian y me dijo que entre el 23 y 25 de febrero me entregaban la camioneta, la cual llegó a Bucaramanga el jueves 21 a Central Motor concesionario encargado del alistamiento. Con conocimiento de la jefe de alistamiento, la gerente comercial y el gerente de marca de Suzuki Bucaramanga le pusieron todas las trabas que ustedes ni se imaginan, desde un principio Derco Bogotá les dijo que le instalaran todo y les pasara la cuenta de cobro y aquí no quisieron instalar nada, les hicieron enviar hasta las calcomanias de allá, cuando llegó todo de Bogotá no lo quisieron recibir, le echaron todo el agua sucia a Julian y hasta ayer sábado 2 de marzo tocó rogarles y les confieso armar el peo para que nos entregaran la tan anhelada Vitara nueva.
Yo soy de Bogotá y llevo 17 años radicado en Bucaramanga y aunque escuchaba chistes de la envidia del Santandereano lo tomaba jocosamente, pero la desagradable experiencia que he tenido me lleva a preguntar, ¿la gente de aquí es así o son unos pocos que por tener unos cargos con algo o mucho de mando hacen quedar mal a toda una región y sobre todo a una marca que se conoce a nivel mundial?