Lo de Uber es una lastima.
Hay que regularlos, eso es un hecho, pero prohibirlos no es la respuesta para las necesidades de movilidad; Los taxistas no ganan demasiado con la salida de Uber, ganan son las otras plataformas, a donde migraran los usuarios y conductores.
El argumento de el desmonte de los cupos es un poco caprichoso, pues hay quienes se enriquecieron al subir el precio de los mismos, por que entonces debemos compartir sus perdidas como ciudadanos si ellos no compartieron sus ganancias como propietarios de taxis. Supongo que una Tutelaton se desencadenara apenas reanuden labores los juzgados, por parte de los conductores, usuarios y Uber, amparada en el derecho al trabajo, a la movilidad, a la libre empresa entre otros.
Mas allá de la pugna por la competencia desleal, es incuestionable que el estado no puede sostener un modelo superado de trasporte publico como el taxi, por compromisos políticos o apegos a normas anacrónicas, negándonos a los ciudadanos el acceso a medio mejores; Que se aplique aquello de "el interés general sobre el particular", es lo que correspondería.