Que si el timón es de Honda, que si el tablero es de Opel, que si esta pieza de plástico es de no se dónde... Creo que son nimiedades y mientras tanto se está pasando por alto el sorprendente hecho de que hubo un auto revolucionario que logró vencer la lentitud burocrática y mastodóntica de GM. El Volt crea muchas expectativas y puede que muchas se queden en eso, pero debemos reconocer que es un paso adelante ideologica y tecnológicamente hablando.
Insisto, quiero mi Volt de color negro con asientos de carreras Courbeau, por favor.
Insisto, quiero mi Volt de color negro con asientos de carreras Courbeau, por favor.