TRABAJADORES DE OPEL PIDEN AUTONOMIA DE GM
Miles de empleados de Opel se manifestaron en distintos países para demandar el mantenimiento de sus puestos de trabajo y que no se cierre ninguna planta en Europa. La agencia alemana de noticias DPA reseñó que en el acto central, el Presidente del sindicato metalúrgico alemán IG Metall, Berthold Huber, demandó nuevamente la autonomía de Opel a nivel europeo mediante ayudas públicas. "No puede ser que el gobierno ponga a disposición de los bancos 500.000 millones de euros de avales y más de 100.000 millones de ayudas, pero no quiera dar ni un mísero céntimo al núcleo industrial, base del bienestar del país", demandó el sindicalista. Huber exigió a la directiva un modelo de negocio europeo "que ofrezca a Opel y sus hermanas suficiente autonomía para una perspectiva propia" y apeló a los políticos alemanes a "asegurar mediante avales y ayudas el futuro de la empresa y de los puestos de trabajo".
La directiva de Opel evalúa las opciones para independizarse de la estadounidense General Motors (GM), que se encuentra al borde de la quiebra, y aspira a obtener ayudas estatales. La cúpula de Opel planea presentar en las próximas horas un plan de saneamiento que garantice la subsistencia de sus plantas al órgano de supervisión de la empresa, y a los representantes del gobierno federal alemán y de los estados federados en los que están asentadas las cuatro plantas de producción alemanas de la marca. El Ministro alemán de Economía, Karl-Theodor zu Guttenberg, acusó a General Motors de no suministrar suficiente información sobre los planes de futuro para Opel. Los inversores potenciales y el gobierno alemán no tienen ni la más mínima idea de hacia dónde quiere ir la empresa, se quejó el Ministro y demandó que sea presentado pronto un plan de saneamiento que esté dotado "de suficiente profundidad de contenido". Guttenberg sostuvo que la opción de una intervención del Estado no es prioritaria y abogó por examinar otras medidas, como créditos bancarios o la participación de inversores que cubran las necesidades financieras de Opel, empresa adquirida por GM en 1929.
En la central de Rüsselsheim y en las plantas de Bochum, Kaiserslautern y Eisenach trabajan unas 25.000 personas. La empresa cuenta además con fábricas en Zaragoza, España, con una plantilla de 7.300 empleados, con la belga Amberes, con 3.700 puestos de trabajo, y con la polaca Gliwice, con 4.100 puestos. La empresa admitió esta semana que necesita avales estatales más cuantiosos de lo esperado para garantizar su subsistencia. Según el semanario “Der Spiegel”, el gobierno alemán calcula actualmente que Opel necesita garantías de liquidez por valor de 3.300 millones de euros (4.200 millones de dólares) y no de los 1.800 millones de euros (2.300 millones de dólares) que se mencionaron en un principio.
GM-BRASIL MANDO DE VACACIONES A 900 EMPLEADOS
General Motors concedió ayer un permiso remunerado de un mes a 900 trabajadores fijos de dos de las plantas de su filial brasileña para "ajustar la producción" por la caída de las ventas, informó la empresa en Sao Paulo. Un tercio de los empleados que no deberán ir a trabajar corresponde a la ensambladora de Sao Caetano do Sul, principal sede en Brasil de la empresa estadounidense, que da trabajo a 6.000 personas en el área metropolitana de la ciudad de Sao Paulo. El resto de empleados dispensados trabaja en la unidad de Sao José dos Campos, situada a 98 kilómetros de Sao Paulo. Todos estos trabajadores regresarán a sus puestos de trabajo dentro de 30 días, dijo un portavoz de GM a la agencia EFE.
De forma paralela, a partir de finales de este mes y hasta abril van a expirar los contratos de otros 1.633 trabajadores temporales de la fábrica de Sao Caetano do Sul, a los que no se les renovará el contrato por la caída en las ventas. La empresa afirmó que no ha ordenado ningún despido en Brasil a raíz de la crisis, que ha causado un brusco descenso en la comercialización de vehículos en el país amazónico.
Según datos de la Federación Nacional de Distribuidores de Vehículos Automotores de Brasil (Fenabrave), en enero/2009 las ventas de automóviles descendieron un 6,74% con respecto al mismo mes del año anterior. Esta cifra mostró una ligera recuperación con respecto a la brusca caída del 16,39% de diciembre y del 23,44% de noviembre pasados, ambas en términos interanuales. El fuerte recorte de noviembre hizo que el Gobierno brasileño impulsara medidas urgentes para animar el mercado, como sustanciales rebajas en el impuesto a los productos industrializados, que estarán vigentes hasta marzo, y de la tasa de matriculación de automóviles de baja potencia. El temor a despidos llevó a los sindicatos metalúrgicos del estado de Sao Paulo, que engloban a las empresas automotrices, a firmar acuerdos de reducción de salarios y de jornada laboral para salvar los 16.300 empleos en el sector. El paro aumentó en enero al 8,2 por ciento de la población activa en Brasil.