Ventas mundiales de General Motors cayeron un 22% en los seis primeros meses del 2009
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WSJ/Al subir los precios, las automotrices ponen en riesgo la recuperación de la industria
Las ventas de autos caen en picada en Estados Unidos. Sin embargo, en los concesionarios del país, los clientes se encuentran con precios más altos.
Este fenómeno en que las ventas bajan y los precios suben se basa en una estrategia para cobrarles más a los clientes, especialmente cuando las grandes automotrices tratan de sacar ganancias de un volumen general menor. Dentro de poco, los fabricantes también se verán forzados a traspasar a los consumidores una buena parte del aumento de costos resultantes de las regulaciones para cumplir con los nuevos estándares de eficiencia energética.
Sin embargo, si suben los precios demasiado, las automotrices se arriesgan a entorpecer la recuperación del sector.
Puede que una filosofía estricta de precios haya funcionado para la industria cuando el nivel de ventas de 16 millones de autos y camionetas al año en EE.UU. era considerado normal; ahora ese nivel cayó a menos de 10 millones al año. Mientras, el precio de catálogo promedio, el precio promedio por transacción ¿normalmente menor debido a los incentivos¿ y el pago mensual promedio están en general en su punto más alto desde 2002.
El Índice de Precio del Consumidor para nuevos vehículos, que contabiliza las mejoras de calidad en los autos, muestra que los precios se han mantenido estables o declinado ligeramente en años recientes. Las altos niveles de ventas registrados antes del colapso del mercado el año pasado se producieron porque estos vehículos se veían cada vez más asequibles.
El declive en el costo de poseer un auto se basó en precios estables, pero fue impulsado por atractivas tasas de interés, generosos paquetes de incentivos y otros alicientes de los fabricantes, dice Jeremy Anwyl, presidente ejecutivo de Edmunds.com, un sitio Web que ofrece asesoramiento a quienes quieren comprar un auto.
Ahora, sin las bajas tasas de interés ni incentivos espectaculares, los consumidores podrían empezar pronto sentir el cambio en su bolsillo. Hace seis años, el comprador estadounidense promedio gastaba US$445,95 en un pago mensual para un auto o camioneta nueva. Ahora, según Edmunds.com, el mismo consumidor paga US$471,73 al mes.
"Es probable que los autos y las camionetas sean menos asequibles en el próximo año", pronostica Dana Johnson, economista jefe de Comerica. "Es probable que la Reserva Federal aumente las tasas de interés; ahora será más caro conseguir un préstamo. Habrá menos concesionarios, aunque seguirá habiendo una intensa competencia entre ellos". A medida que resurja la demanda, los fabricantes tratarán de recuperar los márgenes de ganancias con precios competitivos.
"Algunos ejecutivos de la industria automotriz advierten que con las ventas en un nivel tan bajo, cualquier análisis que apunte hacia un incremento significativo de los precios podría ser erróneo. Los inventarios siguen siendo abundantes, lo que obliga a los fabricantes a continuar ofreciendo grandes incentivos. Los fabricantes pueden cobrar más de cierta forma porque poseen sólo una fracción del mercado que solían tener. Aquellos que buscan auto a menudo también se deshacen de vehículos viejos para comprarse uno de una clase mejor.
Muchas automotrices cuentan con un repunte en la demanda para llevar los niveles de ventas a al menos 12 millones de unidades al año, mientras otras anticipan una intensa guerra de precios.
Además de la presión para impulsar sus márgenes de ganancias, los nuevos estándares medioambientales que se avecinan se convertirán en otro peso adicional que elevará los precios de los autos. En 2006, la Agencia de Información sobre Energía de EE.UU. estimó que la mayor adopción de tecnologías de uso eficiente de combustible subiría drásticamente el precio promedio de un auto para 2016. Ajustada a dólares de hoy, el alza sería de US$2.176, según la firma de pronósticos CSM Worldwide.
Además, hay señales de que los gustos de los consumidores estadounidenses están cambiando. El número de vehículos por hogar ha bajado. Las ventas de autos usados están al alza. Los conductores manejan menos y conservan sus vehículos durante más tiempo.
Kate Linebaugh y John D. Stoll contribuyeron a este artículo.
Matthew Dolan