Industria automotriz de E.U., en su peor hora; reza porque aprueben plan de rescate
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El presidente de Chrysler, Robert Nardelli (D), con cara de preocupación durante el comité de este jueves con el fin de discutir un plan de rescate para el sector. Rick Wagoner (I), presidente de GM. Le siguen el presidente de UAW y el de Ford.
Escepticismo de congreso de E.U. sobre 'aflojarles' a las tres gigantes del sector US$34.000 millones tiene temblando a esas firmas; ventas del último mes, las peores desde la Segunda Guerra Mundial.
"Nunca, en mis 27 años en este sector, había visto una situación semejante. Esto es peor que la peor de las pesadillas", dice Mark LaNeve, vicepresidente de ventas de General Motors, el otrora gigante de la industria automotriz en Estados Unidos.
Y tiene razón para estar alarmado. De acuerdo con las últimas estadísticas, que se conocieron esta semana, noviembre fue el peor mes en ventas en más de 30 años. Ajustando la inflación, son los niveles más bajos que se registran desde la Segunda Guerra Mundial.
Algo similar había ya sucedido en octubre, cuando los tres grandes de E.U. -GM, Chrysler y Ford- reportaron reducciones en sus ventas de entre el 30 y el 40 por ciento o más comparado con el mismo mes del año pasado.
Suerte parecida están corriendo otros fabricantes 'extranjeros', como Honda y Toyota -aunque su caída ha sido menos aguda- y los efectos se están sintiendo en otros países del mundo, caso México, donde las exportaciones de autos a E.U. cayeron en un 6 por ciento el mes pasado y han provocado pánico y el despido de cientos de empleados.
La situación es tan grave que a estas alturas, por lo menos en el caso estadounidense, nadie sabe si una industria considerada durante años el músculo de la economía de E.U. pueda sobrevivir. De hecho, dicen los fabricantes, si el Congreso de este país no les aprueba una línea de crédito cercana a los 30.000 millones de dólares, colapsarían en el 2009.
Y con ello un sector que, directa o indirectamente, genera uno de cada 10 empleos en E.U. Para Jack Nerad, director de Ejecutivo del Kelley Blue Book, que monitorea el valor de los carros en E.U., la explicación 'a corto plazo' es más bien sencilla.
"Es algo como la tormenta perfecta. Con la crisis financiera de los últimos meses se redujo y encareció el crédito. Si no hay crédito, la gente no puede comprar. Y a eso habría que sumar los altos precios del petróleo de los últimos dos años, que también han desestimulado las ventas, especialmente en cierto tipo de carros de alto consumo, que son la especialidad de los fabricantes de E.U", dice Nerad.
Automotrices tienen su cuota de responsabilidad
Pero la crisis, coinciden todos los analistas, no comenzó hace solo tres meses. Es una que lleva años en gestación y en la que la industria automotriz tiene gran responsabilidad.
A lo largo de la última década, a este sector le sucedió algo parecido que al sector inmobiliario. Una gran infusión de dinero al mercado estadounidense provocó el exceso de crédito barato y bajo condiciones de pago mínimas, que se sumó a bajos precios de los automóviles causados por la sobreproducción.
Para ponerlo en contexto, entre 1999 y el 2006, la industria movió anualmente casi 17 millones de autos. Una cifra que únicamente se había alcanzado durante un solo año de las últimas dos décadas y que desafiaba el promedio, que oscilaba entre 13 y 14 millones anuales.
Antes de ese año, en E.U. había 12 millones más de autos que conductores. Para el 2006, esa cifra se había triplicado (a 36 millones), mientras las solicitudes de nuevas licencias de conducción aumentaban solo a una tasa del uno por ciento. "La gente -dice Bob Schnorbus, economista de J.D. Power & Associates- estaba comprando carros porque podía y no porque los necesitara. Y eso creó una burbuja que es la que acaba de reventar".
Durante los años de la bonanza, e inclusive antes de ella, las empresas cometieron otros errores. Por un lado, dadas las grandes utilidades que estaban arrojando, entraron en nuevos convenios favorables para los sindicatos, que redujeron los márgenes de ganancia de las compañías y las hicieron menos competitivas frente a los autos importados, provenientes de países con condiciones laborales diferentes.
Por el otro, no anticiparon -como sí hicieron los extranjeros-, que los consumidores eventualmente preferirían carros más pequeños y eficientes y, por lo tanto, no invirtieron adecuadamente en líneas de carros compactos o híbridos y siguieron dando prelación a las 'tragacombustibles', las pickups, las camionetas y los carros de lujo.
Con los años, los fabricantes extranjeros comenzaron a robarse una fracción cada vez más grande del pastel de ventas. Algo que se aceleró con el aumento en los costos de los combustibles.
Para el 2005, las empresas estadounidenses comenzaron a dar pérdidas y trataron de ajustarse reduciendo sus operaciones y trasladando sus plantas a otros países donde la mano de obra era más barata. Y en esas estaban cuando estalló la crisis financiera actual, que les propinó el nocaut.
Esta semana los 'tres grandes' acudieron al Congreso para presentar un plan de ajuste a cambio de una línea de crédito que les permita pasar el temporal. Proponen, por ejemplo, reducir operaciones, renegociar con los sindicatos, acelerar la producción de híbridos y compactos y recortar gastos en sueldos de directivos, entre otras cosas.
Lo que nadie sabe es si puedan cumplir o si será suficiente para evitar la debacle. Los expertos creen que la demanda caerá a unos 11 millones de carros anuales -el 30 por ciento, comparado con la del 2007- y no esperan una recuperación antes del 2012.
En cualquier caso, las ventas se estabilizarían en unos 14 millones anuales, y la competencia con las extranjeras seguirá siendo feroz. Y muchos economistas creen que los 34.000 millones de dólares que está considerando el Congreso serán consumidos rápidamente y se necesitarán varias infusiones más, si se quiere evitar su descalabro.
Es decir que habría que subsidiar a la industria durante un lustro antes de que vuelva a ser competitiva. Pero también saben que las consecuencias de dejarla morir, en momentos de recesión económica y con los crecientes índices de desempleo, sería un golpe para la economía estadounidense del cual sería muy difícil recuperarse.
"A la industria hay que salvarla. En eso no hay opción. Pero debe hacerse de tal manera que se reinvente en el proceso y salga de esta crisis convertida en una de un sector nuevamente competitivo. De lo contrario, seria insostenible", dice Schnorbus.
Sergio Gómez Maseri / Corresponsal de EL TIEMPO / Washington
Mientras tanto:
GM pide auxilio en E.U., pero en Colombia sigue ganando, dice Santiago Chamorro
Foto: Javier Nieto / EL TIEMPO
Santiago Chamorro, presidente de GM Colmotores, es optimista respecto al futuro de la empresa y, sobre todo, de su desempeño en Colombia, pues la marca hace muchos años que 'no afloja' como la más vendida -de lejos- en el país.
El ejecutivo explica los amargos 100 años de General Motors, y afirma que le piden al Congreso de E.U. préstamos y no un regalo. En el país preven enganchar más trabajadores. Precios deberán subir.
General Motors ( GM), junto a Ford y Chrysler, ruega por ayuda en Washington. Necesita 12.000 millones de dólares en créditos blandos, y su representante llegó desde Detroit al Capitolio, en Washington, en un Chevrolet Malibú tras un viaje de 10 horas por tierra, para mostrar que sí están dispuestos a cambiar.
Pero mientras los congresistas deciden sobre la ayuda, en Colombia, su ensambladora se alista a enviarles dividendos en marzo. La operación en Colombia sigue dando ganancias y avanza dentro de lo que el presidente de GM Colmotores, Santiago Chamorro, califica de normalidad. El ejecutivo asegura que la situación de la casa matriz no afecta en nada las operaciones.
La situación de la empresa, explica Chamorro, no tiene efectos locales porque los resultados han hecho ver que la operación es rentable y genera valor a la corporación estadounidense.
Reitera declaraciones hace unos días del presidente de GM Latinoamérica, Maureen Kempston-Darkes, quien dijo que la región sigue siendo clave en el futuro de la compañía estadounidense porque es autosuficiente y genera ingresos. Es el tercer mercado más grande luego de Estados Unidos y China.
¿Qué condujo a la situación actual de la casa matriz de GM?
GM está pasando por una situación, que hay que reconocer es crítica. La mayor en 100 años. La ayuda que pedimos es importante, pero son créditos para afrontar la situación de liquidez que estamos enfrentando.
Se trata de líneas del Gobierno, entre las tres grandes empresas ( GM, Chrysler y Ford), por unos 25.000 millones de dólares. Hemos explicado la importancia de la industria automotriz dentro de la industria estadounidense.
Entre cosas, la industria nuestra emplea el 10 por ciento de las personas de manera indirecta o directa en Estados Unidos, aporta el 4 por ciento del PIB y es fuente importante de recaudo de impuestos.
Además de manifestarle la importancia del sector al Gobierno y el Congreso, el motivo es ofrecerles un plan a largo plazo en el cual el gobierno y los contribuyentes van a ver que los créditos van a ayudarnos en la situación que estamos pasando ahora. Van a tener una excelente posibilidad de ser pagados y darán viabilidad al sector.
¿Qué llevó a estos problemas?
En el caso de General Motors venía en un proceso de transformación y de reestructuración importante, y de eso ya se veían logros en muchas acciones que quizás hace un año y medio eran catalogados difíciles.
Para mencionar algunas: llegó a un acuerdo con su sindicato, la UAW, para que pudiera crear un fondo que manejara la carga de seguros de los empleados y los retirados. Segundo: conseguimos reducir de manera drástica nuestros costos y ello implicó el cierre de fábricas. Entre personal de fábrica y administrativo fueron unas 40.000 personas.
Tercero: conseguimos la liquidación de algunos activos importantes y recursos frescos para operaciones. Vendimos nuestras participaciones en Isuzu, Suzuki, Fuji Heavy Industries (matriz de Subaru donde GM tenía el 20 por ciento), la división Allison Transmision y el 51 por ciento del brazo financiero, Gmac.
Dentro de este proceso de reestructuración vino infelizmente la crisis financiera de la economía de Estados Unidos, luego una reducción de créditos general y posteriormente la propia crisis de la economía. Entonces eso lleva a nuestro sector a una reducción importante de las ventas. Ello, en medio de una empresa que se está transformando, hace que se caiga en una crisis general y, lamentablemente, de liquidez.
¿La unidad de Colombia va dar utilidades este año?
La región a la que pertenecemos, que es Latinoamérica, África y Medio Oriente, ha sido vital en la generación de recursos para la Corporación. Y enfocándonos en Colombia, decimos que la crisis no nos afecta directamente porque seguimos siendo una empresa exitosa en ventas.
Es nuestro vigésimo tercer año como líderes del mercado nacional , tenemos una operación sólida y rentable, poseemos una red de concesionarios 100 por ciento capitalizados y rentables y contamos con el apoyo de la Corporación para que todos nuestros compromisos de lanzamientos de productos y de inversión se mantengan.
Quizás el efecto más directo de la crisis de la Corporación a nivel global es que ahora, más que nunca, nos toca ser mejores que ayer. Por eso seguimos concentrados en continuar aportando recursos positivos, ventas y caja.
¿Cuantos utilidades transferirán a la casa matriz?
Tenemos una tradición de muchos años en la que hacemos transferencia de ganancias a nuestros accionistas. Esa decisión no la tomamos sino, como usted sabe, en marzo del próximo año. Pero le puedo adelantar que el 2008 es un año positivo para GM Colmotores, que ayuda en buena forma a enfrentar la situación.
¿Como financian las operaciones en Colombia?
Somos una unidad autosuficiente, por muchos años. Operamos con los propios recursos que generamos y no tenemos créditos de largo plazo asociados a la operación. Operamos de manera eficiente y muy orientada hacia resultados de corto plazo.
¿Se cumplió el presupuesto de los 50 millones de dólares de inversión este año?
Si y se hicieron inversiones en la planta de pintura, lo que nos permitió expandir la producción a 17 vehículos por hora. Además, todos los concesionarios ejecutaron los recursos y se usaron fundamentalmente en nuevos puntos de atención al cliente.
Para 2009 estamos planeando unas inversiones de 15 millones de dólares y obedecen a la expansión de la bodega de repuestos y lanzamientos de modelos de autos. También estimamos en cinco millones de dólares la inversión de los concesionarios para expandir los servicios de atención a clientes.
¿En que nivel han aumentado los precios de los carros en Colombia desde que reapareció la devaluación?
Aumentamos el 1,5 por ciento en octubre, el tres por ciento el pasado primero de diciembre y estamos planeando una corrección para enero . Estamos cuantificando esta alza en alrededor de 2 a 3 por ciento.
¿Por que hay potenciales compradores que siguen esperando precios bajos en los automóviles?
Están en el lugar equivocado. No van a bajar, pues los efectos de la devaluación en la estructura de costos en el sector automotor son clarisímos.
Para los importadores el efecto es el 100 por ciento de la unidad y sobre los que ensamblamos aquí hay que tener que tener en cuenta que alrededor de 65 por ciento de la máquina y partes de un auto se traen del exterior. El restante 35 por ciento corresponde a una dinámica de la tasa de cambio, ya que son partes que se hacen a partir de las materias primas.
Una buena cantidad de productores e importadores ajustaron precios, luego los consumidores tienen que aprovechar ahora antes de que se afecten más por lo externo.
¿Pero por qué se ven aún remates de modelos 2008?
Probablemente son competidores que tienen inventario, pero nosotros los terminamos y solo estamos vendiendo 2009 y dando las promociones en tasas de interés.
¿Cómo será la situación en la empresa a nivel de empleo?
Vemos una proyección estable este final de año. Si se reinician las exportaciones a Venezuela tendríamos que salir a contratar gente. Si ocurre una reglamentación de seguros menos costosa para el sector el materia de camiones, tendríamos que elevar producción y también salir a contratar gente.
Utilidad neta de GM Colmotores
Año
Millones de pesos
2001
45.487
2002
53.526
2003
33.943
2004
52.753
2005
113.811
2006
178.318
2007
341.241