Hace algo más de un mes estuve de vacaciones en santa marta, decidimos viajar por carretera y así tener carro disponible, escogimos la Mazda 5, pasajeros; 2 adultos, 2 niños y 9 maletas, logrando acomodarlas en el espacio generado al abatir la tercera fila, sin restar visibilidad, en un viaje tan largo en este vehículo, recomendaría para obtener comodidad, un máximo de 4 personas, pueden ser todos adultos, si se agrega un quinto pasajero obligaría a restringir la cantidad de equipaje y uno de ellos debe ser un niño menor de 10 años para acomodarlo en una de las sillas de la tercera fila, abatiendo solo la otra mitad para acomodar el equipaje.
En total recorrimos 2.349 km, gastando 55 galones de combustible es decir una media global de 42,70 km/gl, 87% del recorrido fue en carretera y el restante en santa marta rodadero y aledaños, aire acondicionado durante el 95% del viaje, es la primera vez que obtengo este rendimiento por galón en la Mazda 5.
Dado que viajé en horas de la noche la mayor parte del tiempo, pude mantener velocidades constantes por largos periodos de tiempo, el rango de velocidad más usual fue entre 90 y 110 km/h, y la máxima velocidad alcanzada fue de 160 km/h, un lapsus involuntario en una de las largas rectas y por menos de 2 segundos.
El comportamiento del carro en carretera sin contratiempos, ninguna necesidad de adicionar o remplazar algún tipo de elemento, fue un acierto elegir la minivan para este recorrido, se desempeña bien en todo tipo de inclinaciones sobre trayectos pavimentados, la calidad de marcha es buena y aísla bien los ruidos tanto del viento como del asfalto.
Afortunadamente la vía en general esta en buen estado, recomendable para terrenos en mal estado y desniveles leves o pequeñas piedras tomarlos en diagonal y a muy baja velocidad para evitar golpes por su corto despeje al piso, la suspensión tiene un punto intermedio entre suavidad para un viaje confortable, y suficiente rigidez para permitir agilidad al entrar o salir de curvas, la silla del conductor permite varios ajustes permitiendo conseguir una buena posición de manejo entre una SUV y un sedan, pero la versión que poseo solo tiene un apoyabrazos en la parte delantera y toca compartirlo con el copiloto, en las sillas de la segunda fila también se extrañan los apoyabrazos para el lado de las puertas.
Las sillas de la segunda fila se pueden correr e inclinar configurándose de múltiples formas para evitar la fatiga, la silla karakuri se convierte en una mesa/apoyabrazos con portavasos que permite llevar bebidas sin preocupación.
En síntesis general para viajes largos por carreteras pavimentadas este es tal vez la mejor elección por lograr un balance entre, comodidad, habitabilidad, desempeño, y consumo, para carreteras destapadas o vías de trocha totalmente descartada por su baja altura al piso.
En total recorrimos 2.349 km, gastando 55 galones de combustible es decir una media global de 42,70 km/gl, 87% del recorrido fue en carretera y el restante en santa marta rodadero y aledaños, aire acondicionado durante el 95% del viaje, es la primera vez que obtengo este rendimiento por galón en la Mazda 5.
Dado que viajé en horas de la noche la mayor parte del tiempo, pude mantener velocidades constantes por largos periodos de tiempo, el rango de velocidad más usual fue entre 90 y 110 km/h, y la máxima velocidad alcanzada fue de 160 km/h, un lapsus involuntario en una de las largas rectas y por menos de 2 segundos.
El comportamiento del carro en carretera sin contratiempos, ninguna necesidad de adicionar o remplazar algún tipo de elemento, fue un acierto elegir la minivan para este recorrido, se desempeña bien en todo tipo de inclinaciones sobre trayectos pavimentados, la calidad de marcha es buena y aísla bien los ruidos tanto del viento como del asfalto.
Afortunadamente la vía en general esta en buen estado, recomendable para terrenos en mal estado y desniveles leves o pequeñas piedras tomarlos en diagonal y a muy baja velocidad para evitar golpes por su corto despeje al piso, la suspensión tiene un punto intermedio entre suavidad para un viaje confortable, y suficiente rigidez para permitir agilidad al entrar o salir de curvas, la silla del conductor permite varios ajustes permitiendo conseguir una buena posición de manejo entre una SUV y un sedan, pero la versión que poseo solo tiene un apoyabrazos en la parte delantera y toca compartirlo con el copiloto, en las sillas de la segunda fila también se extrañan los apoyabrazos para el lado de las puertas.
Las sillas de la segunda fila se pueden correr e inclinar configurándose de múltiples formas para evitar la fatiga, la silla karakuri se convierte en una mesa/apoyabrazos con portavasos que permite llevar bebidas sin preocupación.
En síntesis general para viajes largos por carreteras pavimentadas este es tal vez la mejor elección por lograr un balance entre, comodidad, habitabilidad, desempeño, y consumo, para carreteras destapadas o vías de trocha totalmente descartada por su baja altura al piso.