Factores como la amplia oferta de vehículos nuevos, precios atractivos y facilidad de pago, dificultan la venta de usados.
El negocio de los carros usados, contrario a lo que sucede con los nuevos, no pasa por un buen momento. Mientras que hace varios años, por cada carro que salía de las vitrinas se vendían tres o más usados, hoy esa proporción escasamente es de dos a uno.
Así lo corroboran los datos del Registro Único Nacional de Tránsito, Runt, según los cuales, en el 2011 se registraron 577.430 traspasos de usados, mientras que se matricularon más de 320 mil nuevos.
Vender hoy un carro usado no es fácil. Las múltiples ofertas de nuevos modelos, precios más cercanos a los bolsillos de más gente y facilidades de crédito, le están quitando mercado.
¿Qué está pasando? Son varias las causas de este fenómeno.
Hoy la gente tiene más carro que plata y por lo tanto prefiere quedarse con el usado como un segundo carro. En esto incide la alta depreciación que sufren los cero kilómetros al salir de la vitrina.
Aquí el punto es que muchos no están dispuestos a perder entre un cinco y ocho por ciento del valor que les 'quita' el concesionario por la retoma, o no quieren correr riesgos innecesarios vendiéndolo en la calle.
Así, el usado se está quedando en casa y pocos van a la retoma por uno nuevo. Camilo Gutiérrez, gerente de Continautos, afirma que allí, de cada 10 mil nuevos que venden, solamente entran en retoma 2.500.
Ese es un factor, pero también cuenta el hecho de que las marcas, enfrascadas en una dura lucha por captar nuevos compradores, están sacando modelos muy primarios como los Aveo 'Family' o el Logan 'Familer', que están ya iniciando su declive de vida comercial, con un precio muy llamativo.
Así, el consumidor va directamente hacia el nuevo, pues prefiere 'hacer el esfuercito' y subirse a un auto cero kilómetros.
El diferencial de precios de las marcas con respecto a un mismo modelo también es otro factor que juega en contra del usado. Por ejemplo, es posible encontrar el mismo carro en varias versiones. Eso pasa con el Nissan Tiida, cuya versión básica arranca en 30,6 millones y el 'full' se cotiza en 46,2 millones.
Por último, el otro problema que ataca al usado es el crédito, que es más costoso para estos vehículos (2 ó 3 puntos por encima de lo que sería la tasa para uno nuevo) y los seguros cuestan más. De cada 100 usados que se venden, entre 60 y 70 se compran mediante crédito.