Ahhh bestia, me puse a buscar un poquito mas y encontre que es el abogado estrella en la parapolitica, el mismo se vanagloria de sacar gente de la carcel, y como que este debate viene desde antes que empezara lo de DMG.
Abelardo de la Espriella, Un defensor que pone la cara
Abelardo de la Espriella tiene la mayor cantidad de defendidos de la parapolítica. Fue el primero que logró una preclusión en la Corte, la de José de los Santos Negret. Y es el abogado de Eleonora Pineda, Rocío Arias, Jorge Caballero, Diebb Maloof, quienes se sometieron a sentencia anticipada; y José María Imbeth, Luis Carlos Ordosgoitia, Jaime García, José Domingo Dávila Armenta y Alvaro Cabrales. En la Fiscalía también logró la preclusión de Marciano Argel.
Su nombre empezó a sonar con el proceso de la parapolítica. Esa es una de las críticas más fuertes que le hacen sus colegas: ¿De dónde salió? Él contesta tranquilo: “Pues tengo 30 años; nadie hace fama de un día para otro. Llevo 9 años litigando en serio, tengo una firma de abogados que lleva procesos de otros asuntos; tenemos 15 abogados en Bogotá, 6 en Miami y 6 en Barranquilla. El caso es que yo produzco resultados, lo mío no es retórica. Yo no dicto conferencias, pero saco de la cárcel a la gente”.
De la Espriella es de Montería y tiene muy definido el discurso de la ausencia del Estado que, según él, llevó al país a este punto de la parapolìtica. Y cuando hablamos de la ideología, dice que sus defensas no son de ese tipo: “El abogado que litigue con sesgos ideológicos contraría los principios de la profesión”.
Incluso plantea que las críticas que le lanzan tienen origen en el hecho de que es de provincia, pero cuando le pregunto si cree, como algunos de los procesados por la parapolítica, que este es un asunto de cachacos contra costeños, dice que no es así y prefiere darle otro rumbo a la conversación. Plantea que la parapolítica no es un fenómeno excepcional, porque “las relaciones con los paramilitares no han sido sólo de los políticos, también de la clase empresarial y eso es más siniestro”.
A De la Espriella lo critican también porque varios de sus defendidos han confesado, admiten los cargos y consiguen condenas bajas. Entonces, hay algunos abogados que dicen que hacer confesar no es defender y para eso, De la Espriella también tiene respuesta: “Estoy comprometido con la Justicia y la labor de un abogado no es únicamente buscar la absolución, sino encontrar condenas que hagan menos gravosa la situación del defendido. Cuando veo posibilidades en el proceso, voy hasta el final, pero cuando no las hay lo mejor es buscar una alternativa y eso es la confesión”. Cuando encuentra que la confesión es el mejor camino, De la Espriella se lo dice claramente a su cliente. “A algunos les he dicho: ¿Tú te reuniste con los paras? ¿Tú firmarse un pacto con ellos? Pues eso es un delito y te toca responder. Hagamos que esto sea fácil. Y lo hacemos.
Dicen que en este proceso de la parapolítica hay varios abogados que defienden a los procesados utilizan el nombre de otros penalistas de menor categoría para que firmen los memoriales y acompañen al defendido, pero evidentemente, y eso se lo reconocen hasta sus más duros críticos, ese no es el caso de De la Espriella: “Yo no soy un abogado vergonzante, yo doy la cara y estoy orgulloso de lo que hago”.
Los que tengan tiempo pueden leer todo el articulo en
http://www.poder360.com/article_detail.php?id_article=383
Abelardo de la Espriella, Un defensor que pone la cara
Abelardo de la Espriella tiene la mayor cantidad de defendidos de la parapolítica. Fue el primero que logró una preclusión en la Corte, la de José de los Santos Negret. Y es el abogado de Eleonora Pineda, Rocío Arias, Jorge Caballero, Diebb Maloof, quienes se sometieron a sentencia anticipada; y José María Imbeth, Luis Carlos Ordosgoitia, Jaime García, José Domingo Dávila Armenta y Alvaro Cabrales. En la Fiscalía también logró la preclusión de Marciano Argel.
Su nombre empezó a sonar con el proceso de la parapolítica. Esa es una de las críticas más fuertes que le hacen sus colegas: ¿De dónde salió? Él contesta tranquilo: “Pues tengo 30 años; nadie hace fama de un día para otro. Llevo 9 años litigando en serio, tengo una firma de abogados que lleva procesos de otros asuntos; tenemos 15 abogados en Bogotá, 6 en Miami y 6 en Barranquilla. El caso es que yo produzco resultados, lo mío no es retórica. Yo no dicto conferencias, pero saco de la cárcel a la gente”.
De la Espriella es de Montería y tiene muy definido el discurso de la ausencia del Estado que, según él, llevó al país a este punto de la parapolìtica. Y cuando hablamos de la ideología, dice que sus defensas no son de ese tipo: “El abogado que litigue con sesgos ideológicos contraría los principios de la profesión”.
Incluso plantea que las críticas que le lanzan tienen origen en el hecho de que es de provincia, pero cuando le pregunto si cree, como algunos de los procesados por la parapolítica, que este es un asunto de cachacos contra costeños, dice que no es así y prefiere darle otro rumbo a la conversación. Plantea que la parapolítica no es un fenómeno excepcional, porque “las relaciones con los paramilitares no han sido sólo de los políticos, también de la clase empresarial y eso es más siniestro”.
A De la Espriella lo critican también porque varios de sus defendidos han confesado, admiten los cargos y consiguen condenas bajas. Entonces, hay algunos abogados que dicen que hacer confesar no es defender y para eso, De la Espriella también tiene respuesta: “Estoy comprometido con la Justicia y la labor de un abogado no es únicamente buscar la absolución, sino encontrar condenas que hagan menos gravosa la situación del defendido. Cuando veo posibilidades en el proceso, voy hasta el final, pero cuando no las hay lo mejor es buscar una alternativa y eso es la confesión”. Cuando encuentra que la confesión es el mejor camino, De la Espriella se lo dice claramente a su cliente. “A algunos les he dicho: ¿Tú te reuniste con los paras? ¿Tú firmarse un pacto con ellos? Pues eso es un delito y te toca responder. Hagamos que esto sea fácil. Y lo hacemos.
Dicen que en este proceso de la parapolítica hay varios abogados que defienden a los procesados utilizan el nombre de otros penalistas de menor categoría para que firmen los memoriales y acompañen al defendido, pero evidentemente, y eso se lo reconocen hasta sus más duros críticos, ese no es el caso de De la Espriella: “Yo no soy un abogado vergonzante, yo doy la cara y estoy orgulloso de lo que hago”.
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