Bueno señores, les echo un carretazo (que fue cierto) para dejar al final en evidencia un viejo aforismo, después de leer tanto comentario acerca de la supervivencia en las naves actuales. Resulta que por allá en 1986, se desplazaban en un Renault 18 GTX 2 Lts (nuevecito, lo llevaban de estrene) unos familiares por la vía Btá - Bucaramanga - Barranca, viajaban 5 pasajeros (sin niños), el piloto era conocedor de la vía y su esposa (una prima mía) iba de copiloto y hasta ahora se estaba "desempollando" en el arte de la conducción, por lo que le pidió los mandos al esposo saliendo de B/manga.
El, un poco receloso, aceptó a regañadientes (había conducido desde las 2 a.m. con escalas Tunja, Pescadero y B/manga) y ella empezó bien, solo que unos kilómetros después y confiada en el pique que tenía ese carro (era muy veloz, el bicho ese) aprovechó creyendo que estaba en la Autobahn o que estaba en un rallye y lo llevó a fondo aprovechando que los de atrás dormían.
Lo cierto es que por esquivar un animal dio un volantazo a la izquierda, para luego tratar de recuperar el carril (venía una mula en sentido contrario) ella, asustada de ver que no podía controlar el carro, le mandó el freno de mano y el carro se terminó de salir por la derecha y dio varios botes.
Todo eso, en cuestión de segundos y el copiloto -me comentaba- quedó petrificado viendo pasar todo y no atinó a hacer nada. Gracias a Dios no se mató ninguno, eso si salieron todos bastante aporreados (uno de los pasajeros de atrás quedó inconsciente varios minutos) y con algunas cortaduras.
Las únicas que salieron a volar fueron las maletas (encontraron una bien retirada encima de un árbol). El carro, perdida total. El mismo mulero los ayudó a sacar de entre el amasijo de latas y no creía ese milagro que acababa de ver.
El cuento es que en esa época , en que los carros que vendían -y venden hoy- no tenían los adelantos en materia de seguridad como los actuales (airbags, abs, esp, ebd, ips, eps, fmi, dmg, sisben, etc) y se salvaron, y aquí viene lo que siempre escuchamos: "Es que todavía no les tocaba" o esta otra: "Cuando te toca, ni aunque te quites, y cuando no te toca, ni aunque te pongas".
Esa es la reflexión, no sabemos cuándo Dios (para los que creemos en ÉL) nos llame a rendir cuentas. Buen día y que el TodoPoderoso nos bendiga y acompañe cuando estemos conduciendo nuestras máquinas o estemos de peatones.