Señores una amable consulta.
Actualmente tengo Un Ford Fiesta sedan 1.6 MT 2011, que sin ser un cohete, me responde muy bien en nuestras montañosas carreteras. Estoy interesado en la CX-5 2.0 high 4x2 automática, sin embargo por los comentarios que he leído en el foro, me preocupa perder desempeño en carretera por el cambio. Si bien la CX-5 tiene mas caballos, torque y cilindraje, realmente no se si se vaya a sentir la mejora en carretera o por el contrario se me va a convertir en una pesadilla hacer un adelanto en plena subida. Esto por lo que he leído de que es un poco sonsa. Aclaro que no soy de los que andan como locos por carretera, sin embargo si me gusta hacer adelantos cuando es posible. Les confirmo que no me llega el presupuesto para la GT.
Finalmente les cuento que ya hice 2 pruebas de ruta en ciudad, sin embargo creo que podría hacer hasta 10 mas y aun no podría descubrir o hacerme a la idea de la respuesta de la camioneta en carretera.
Gracias por sus comentarios.
Saludos.
No hay nada de qué preocuparse.
En realidad, creo que muchos basan sus comentarios en pruebas de ruta con unidades 2012 ó 2013, en cortos recorridos urbanos cortos y andando en D todo el tiempo.
Mi parámetro de comparación es el desempeño de un Mazda 3 I 2.0 con caja manual, carro que en esa configuración, tenía fama de ser el "tote" de los 2 litros. Sé que el Fiesta no es lento, pero el 3 2.0 claramente camina más. Yo también tenía algo de temor, pero no por el motor sino por estar tan acostumbrado a la caja mecánica.
¿Ventajas de la CX-5?
-Menor consumo en cualquier situación (lo peor que le he visto en ciudad, con trancones espantosos, 14 Km/h de velocidad promedio y manejo defensivo anti-busetero, sin piedad con el acelerador, es 12,2 l/100 km, 31 Km/Gal; al 3 lo he visto hacer en las mismas condiciones 15 l/100 Km ó 25 Km/Gal).
-Una elasticidad increíble del motor desde menos de 2000 rpm, acompañada de mayor suavidad. En el 3, aunque la entrega de torque es relativamente pareja, es clara la diferencia cuando sube de 3000 - 3500 rpm).
-Comodidad y conveniencia de la caja. Si bien es cierto que las relaciones de la caja manual del 3 son cortas (se echa en falta una 6a marcha en carretera y autopista), las de la caja automática de la CX-5 no se quedan atrás. De hecho, la relación final es mucho más favorable que la de los nuevos 3 Skyactiv.
En D, la respuesta es razonablemente rápida (especialmente si la compara con las viejas cajas automáticas de 4 y 5 cambios de Mazda) y el funcionamiento es suave. La caja es adaptativa y quizás toma varios cientos de kilómetros el proceso de afinar un poco el comportamiento en función de la dósis de acelerador y su estilo de manejo. En todo caso, tiende a agotar las marchas en menor tiempo que la caja de los actuales 6 (supongo con una programación más deportiva y mayor retención). En ciudad, procuro andar en D. Y voy mucho más relajado que cuando manejo el 3.
Si necesita una respuesta óptima (por ejemplo, para adelantar en carreteras) y muy rápida (para una caja de convertidor de par), lo mejor es manejar en modo secuencial. En este caso, tiene una ventaja adicional: si va, digamos en 5a, y ve que necesita adelantar a un camión (asumiendo que lo pueda hacer de manera segura), aún estando en modo secuencial, pisa el acelerador a fondo y activa el kickdown switch, con lo cual la caja reduce de manera automática dos marchas (dependiendo de la situación, puede ser una, como de 2a a 1a). Y ni siquiera le toca despegar las manos del timón.
Si me pregunta, no estoy para nada arrepentido de haber escogido la CX-5 2.0. Cada día estoy más encariñado con ella. Sé que le va a gustar.